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Estudio le sigue los pasos a la contaminación por movilidad

Medición  Los resultados, que aún no se cuantifican, esbozan que los parqueaderos para automóviles y motocicletas de Manizales permanecen ocupados, muy contrario al espacio diseñado para las bicicletas.

 

 

Preliminarmente, y tras una serie de encuestas realizadas en el campus Palogrande de la Universidad Nacional Sede Manizales, por lo general, los estudiantes y funcionarios suelen salir a almorzar en medios propios como el carro y la moto, mientras otros acuden al transporte público.

“La tradición de ir hasta la casa para almorzar en familia genera, además de trancones, la emisión de gases contaminantes, porque el medio de locomoción es muy diferente al de la bicicleta o caminar”, indicó Lucas Longares, estudiante de Ingeniería Civil y Urbanismo del Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas de Lyon (Francia).

El estudio en el campus Palogrande se realiza en el marco de un proyecto sobre manejo integral de residuos sólidos urbanos, que conjuntamente se trabaja con Francia y Brasil.

La manera como se movilizan las personas permitirá analizar cuánto afecta al medioambiente en relación con el ruido y la emisión de gases, como el dióxido de carbono (CO2).

La movilidad en carro o moto, anotó el investigador, es muy diferente al que se genera a través de la bicicleta, medio de transporte que podría facilitar los desplazamientos teniendo en cuenta los trayectos cortos en distancia y tiempo en la ciudad.

“Manizales, en comparación con Lyon, una ciudad más amplia y con aproximadamente un millón de habitantes, donde existen 340 estaciones para al menos 4.000 bicicletas, todavía está incipiente en el uso de este medio, que es más saludable y limpio”, acotó el estudiante extranjero.

No obstante, según Lucas Longares, en la capital de Caldas el interés por masificar la bicicleta se observa en el número de almacenes que las exponen a la venta y en el sistema público que las presta sin mucho trámite. Pero quizás, haga falta más infraestructura para utilizarla, como baños para ducharse después de sudar y hasta un lugar para guardar otros recursos como el casco.

Para el profesor Andrés Salas, director del proyecto en Colombia, este estudio que recién está en la etapa de tabulación de los resultados, permitirá, en cierta medida, determinar qué tipo de alternativas se pueden brindar para generar otra cultura de movilidad en la ciudad.

“Conoceremos cuál es la relación de las personas con determinado medio de transporte, así como su apreciación sobre proyectos sustentables, el cambio climático, entre otros aspectos, que ayudarán a diseñar un perfil del comportamiento”, sostuvo Salas.

El estudio, que comenzó a mediados de abril, continuará en la Sede Bogotá para medir las mismas relaciones, teniendo en cuenta que es un espacio más complejo en cuanto a tráfico y movilización.

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