Agencia de Noticias UN- “Manizales debe mantener la línea arquitectónica presente en otras ciudades como Mompox, Tunja, Cartagena y Popayán”, aseguró Edison Henao Carvajal, docente de Arquitectura y Urbanismo de la U.N. Sede Manizales.
Según el experto, con doctorado en Proyectos Arquitectónicos de la Universidad de Cataluña (España), las ciudades mencionadas conservan una arquitectura similar con sutiles variaciones en el diseño, color o por efectos del tiempo.
Para el docente, esa tipología en la ciudad puede verse afectada, por darle paso a la originalidad, descrita como un movimiento que motiva a crear series de obras individuales que no reconocen la historia o los valores como el paisaje, por el hecho de atender aspectos estéticos.
“Hay escuelas de arquitectura que incentivan la originalidad, y restan importancia o valor a lo que ya se ha hecho, es decir, a esa tipología presente en muchas ciudades”, indicó el docente.
En Manizales existe un centro histórico con arquitectura colonial y republicana, donde se destacan el Palacio Arzobispal, construido en 1926 y declarado Monumento Nacional; Palacio de la Licorera (construido en 1944); Edificio Sanz (construido en 1927); edificio Tamanaco, (construido en 1927 y remodelado en 1989).
La serie de edificaciones también incluyen el Edificio Árabe, la sede del Banco Popular, la Casa Estrada (uno de los más representativos) y el Hotel Escorial. En el diseño y construcciones de los inmuebles se destacan extranjeros como el belga Joseph Maertens, los italianos Ángelo Papio y Pio Gian, el chileno Arnoldo Michaelsen, entre otros.
Otro ejemplo
Para revivir la influencia de grandes firmas de arquitectos y constructores que marcaron una línea en el país, el experto en hábitat recordó la década de los 50 y 60.
“En ese tiempo, en ciudades como Bogotá florecieron construcciones denominadas plataformas que no pasaban de dos o tres pisos, construidas por firmas como Cuéllar, Serrano, Gómez, donde convergía lo comercial y residencial”, evocó el investigador.
Otras firmas como Obregón y Valenzuela también hacen apología a las obras que guardan una tipología que enriquece, en este caso, muchos sectores de Bogotá, especialmente el centro, con proyectos desarrollados a comienzos de los años 50 y finalizando los 60.
“Esos grupos adquirieron un sistema propio para crear, y aun pasado el tiempo son un referente arquitectónico por lo mismo, porque supieron crear obras de gran impacto, y crearon una serie tipológica que se extendió a otras ciudades colombianas como Manizales y Medellín”, precisó el docente Henao.
Otro estilo que encierra una línea particular en la arquitectura incluye las casas pabellón o casa patio, una serie de edificaciones que actualmente escasean en las urbes.