Agencia de Noticias UN- Mediante el sistema de aislamiento “se engaña al terremoto”, toda vez que, después del movimiento extremo de las capas de la tierra, la edificación se puede seguir ocupando, lo que no ocurre con la tecnología convencional.
El ingeniero civil Eloy Retamal, invitado a una serie de cursos que se extenderán hasta este sábado en la U.N. Sede Manizales, explicó que los aisladores o amortiguadores utilizados en esta tecnología son una especie de gomas elaboradas con caucho natural. Estas tienen la capacidad de absorber la energía concentrada en la estructura, sulfuro y placas de acero, para facilitar la flexibilidad horizontal del edificio.
Al asegurar que la capital de Caldas es pionera en este sistema, que tomó fuerza durante la década de los 80, cuando se dotó a las estructuras de amortiguadores para resistir fuertes movimientos sísmicos, el experto chileno se refiere a varias obras. En primer lugar, actualmente se adelantan en la vía que de Honda conduce a Manizales, donde se construyen cuatro puentes y una rotonda; además, menciona el edifico Rogelio Salmona, de la Universidad de Caldas; el de Los Fundadores, de la Universidad Autónoma, y la ampliación de la Universidad de Manizales.
“Esta tecnología es aplicable en todo el mundo, pero por obvias razones, en Manizales se desarrolla por su ubicación geográfica. El sistema, que se adapta a las columnas o bases de la estructura, varía según el diseño de la obra y, según la carga vertical, se calcula el desplazamiento de los aisladores”, detalló el ingeniero con maestría en Estructura de la Universidad de California (Estados Unidos) y 30 años de experiencia en el tema.
“Su instalación se hace con pistones de anclaje en el hormigón. Es un proceso simple que no necesita mano de obra especializada, pero lo más importante es ponerlo a prueba dentro de la fase de control y calidad, en laboratorios que, de hecho, hay pocos en el mundo”, describió el ingeniero Retamal.
Sobre los beneficios, el invitado y residente en Los Ángeles (Estados Unidos), destacó que una obra con aisladores se mantiene en el rango elástico de sus materiales, es decir, se desplaza sobre su base, para evitar los altos costos por fallas de corte o volcamiento que deja un terremoto.
En el país, la clínica Comfandi, en Cali, es el primer edificio construido con esta tecnología (2011), por ello recibió el premio de la Asociación Colombiana de Concreto. A la fecha, existen 20 edificios y puentes en todo el territorio nacional que poseen este sistema. En el mundo, la era de esta tecnología inició en Nueva Zelanda, años después (1984) en Estados Unidos se construyó el primer edificio con esas especificaciones.
“Antes de 1995 ya existían 85 edificios en Japón con esta tecnología; hoy en Estados Unidos hay 400 y en Chile, se contabilizan 75”, referenció el especialista, quien estuvo presente en una conferencia preinaugural al curso dirigido a profesionales y estudiantes.
Finalmente, según el ingeniero Retamal, también existen deslizadores para edificios más livianos que no merecen un sistema de aislamiento, porque les resulta costoso. No obstante, acotó, en la balanza costo- beneficio, los aisladores ganan porque salvan vidas
