Los Bonos de Carbono son una forma de descontaminación del medio ambiente que consiste en el cultivo de gran cantidad de árboles o forestación en zonas apropiadas por su extensión de terreno y ubicación geográfica.
Los países industrializados que inicien la emisión de O2 en bosques u otras áreas naturales deben asegurar como norma técnica que la emisión de carbono será compensada con la emisión de la misma cantidad de oxigeno consumido.
Francisco Ocampo Trujillo, director de Procuenca aseguro, “la empresa consideró una importante oportunidad involucrarse con el proyecto para generar ingresos adicionales a los propietarios de predios que se vincularan con el proceso, además de lograr posicionar a Manizales y la región a nivel global dentro del mercado mundial de bonos de carbono”.
Así mismo esta nueva medida ambiental busca cumplir con uno de los parámetros establecidos en el Protocolo de Kyoto, donde se especifica la aplican de Certificados de Reducción de Emisiones –CER para cumplir cuotas de reducción de emisiones de Gases Efecto Invernadero -GEI, antes de culminar el 2012.
Aunque para Procuenca en cabeza de su director Ocampo Trujillo existan sólo ventajas alrededor de este proyecto como “ofrecer asesoría y acompañamiento a otras empresas como CARDER de Pereira y Alcaldía de Medellín”, en la UN Manizales el docente de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura e investigador del Laboratorio de Hidráulica, Jorge Julián Vélez Upegüi, encuentra algunas inconvenientes en su ejecución.
“Los Bonos de Carbono me parecen una buena idea, lo que sucede es que hemos llegado tarde a este conocimiento y quienes están detrás de las negociaciones de los bonos son los Europeos y los Norteamericanos. En cierta medida nos esta pasando lo de exportar petróleo para comprar gasolina o exportar café crudo para importarlo tostado”, aseveró.
Esta afirmación es muy similar a la emitida por diferentes expertos del país y de otros países latinoamericanos, quienes aseguran que la compra de los países desarrollados es sólo una mínima parte del pago que deben cumplir por la contaminación que generan, además de especularse que es un negocio para ellos pues están aprovechando zonas verdes de países que no han cumplido su cuota de contaminación.
“En estos momentos, para negociar Bonos de Carbono hay que recurrir a expertos extranjeros, lo cual es muy triste porque los que estamos fijando el carbono atmosférico somos nosotros y ellos se están quedando con la ganancia”, especificó Vélez Upegüi.
Los Bonos de Carbono desde Caldas empezarán a venderse durante el segundo semestre de 2010 y estarán dirigidos principalmente a sectores de la industria, el transporte masivo y la reforestación.
Este intercambio se llevará a cabo por medio de subastas públicas internacionales, entre empresas y gobiernos de los países desarrollados que tienen que cumplir cuotas de reducción de GEI en el marco del Protocolo de Kyoto como Europa, Japón, Australia, Canadá y Estados Unidos."