Esta disminución en el presupuesto se debe a que dichos fondos que son trasladados a regiones que lo necesitan para la reducción de la pobreza, apoyar un sector específico o un programa de una organización determinada, provienen de sus arcas públicas que tienden a escasear.
Debido a ello los países miembros de la Unión Europea y aliados, en la actualidad están trabajando bajo el instrumento de enfoques programáticos, con el que se busca contribuir al progreso de regiones desfavorecidas mediante objetivos comunes propuestos por los donantes y que provienen de sus planes de desarrollo.
De esta forma se logra que dichos países articulen esfuerzos para poner en marcha un programa integral con un marco presupuestario único, y el proceso de coordinación se lleve a cabo a través de procedimientos, gestión financiera, presupuestos y adquisiciones.
Por ejemplo Colombia ha logrado avanzar gracias a la identificación de áreas de cooperación que ha realizado con el programa Acción Social, obteniendo instrumentos que facilitan el proceso y permiten que se integren recursos en programas sectoriales.
“Ahora ya no se manejan los tradicionales proyectos aislados sino que todos conjugan una sola meta y con la característica especial que les hacen seguimiento los países donde se ejecuta el proyecto. Además deja de ser un mecanismo de evaluación o de procesos para convertirse en indicadores de impacto sobre el desarrollo de las regiones ayudadas”, afirmó Oscar Angulo, conferenciante del Diplomado en Cooperación Internacional que se adelanta en la UN en Manizales.
En este sentido la ayuda se puede ofrecer a través de instrumentos como el apoyo presupuestal general, en el que los fondos se destinan a financiar presupuestos del país; el apoyo presupuestal sectorial que va dirigido a un sector específico y los fondos comunes.
Con esto se logra que los donantes trabajen solamente en los sectores que presentan fuertes ventajas y competencias, y no se dediquen a varias áreas a la vez, focalizando la ayuda en dos o tres sectores y a determinada región, como por ejemplo África donde existen grandes niveles de pobreza.
“Debido a esta coyuntura ese continente atrae la principal cantidad de los recursos de cooperación, lo que incide de algún modo en que los fondos provenientes para América Latina vayan disminuyendo, sin desconocer que los países preparan claras estrategias para maximizar el dinero que se queda en esta parte”, comentó Angulo.
En lo que respecta a los financiadores de cooperación oficial que direccionan sus recursos especialmente a Latinoamérica, se encuentran Estados Unidos y España, y financiadores en condiciones de crédito están la Comisión Europea, el Banco Mundial y el banco Interamericano de Desarrollo.