Hoy en día esa limitante es notoria no sólo por el poco acceso vehicular que se tiene para viajar de una región a otra por tierra, sino también por los constantes índices de accidentalidad que se presentan por el deterioro estado de las vías.
Según el actual Ministro de Transporte Germán Cardona Gutiérrez los proyectos que se adelantan en el mundo son sólo un paso para ir combatiendo esta falencia.
“Nuestro país tiene un apagón en la Infraestructura pues hubo una época en la que nos dedicamos a conseguir recursos para buscar más la paz y la seguridad, y se nos olvidaron los recursos para la infraestructura, pero seguramente de lo que se va a hablar de aquí en adelante es de inversión en infraestructura”, afirmó Cardona Gutiérrez.
La situación se vuelve paradójica al observar que en temas de competitividad Colombia se ubica en el puesto número 68 según las tablas de competitividad global, pero baja al puesto 108 cuando se mide su calidad en carreteras, quedando por debajo de países como Ecuador y Perú, que ocupan los puestos 83 y 92, respectivamente.
Para Gonzalo Duque Escobar ingeniero civil y docente de la UN Manizales, este retraso también se debe a la carencia de planes de inversión estratégicos y a la falta de control del gasto público.
“Lamentablemente se ha tenido la falsa idea de que la inversión en infraestructura es inflacionaria, las obras concebidas y ejecutadas no han respondido a conveniencias nacionales y consensos regionales, y los carteles de la contratación y la corrupción han flagelado el erario público destinado a la inversión”, agregó Duque Escobar.
Para el docente hablar de un equilibrio en cuanto a carreteras en Colombia depende del mejoramiento y de la inversión que en conjunto se le brinde a las tres redes principales que tenemos.
“En la red troncal de primer orden que es la más costosa y debe ser a largo plazo, aún faltan grandes ejes como la Autopista del Sol en construcción, la Transversal Cafetera por Caldas que ha iniciado su fase de estudios, concluir la Transversal Cafetera del Quindío que supone otro túnel paralelo al de La Línea, las autopistas de la Montaña, la Transversal del Caribe, entre otros”, explicó el ingeniero civil.
“En cuanto a la red secundaria que requiere inversiones inferiores a mediano plazo, se hace evidente la rectificación de ejes clave como la carretera a Quibdó, la vía al Pacífico por Risaralda y el paso sur entre Huila y Valle. Por último está la red terciaria a cargo de los municipios, fácil de implementar en el corto plazo y cuyo mantenimiento requiere menos del 1% del presupuesto de la nación”, agregó.