Cerca de 138 mil metros cúbicos de tierra fueron arrastrados por el alud presentado en el sector de Gallinazo, el cual averió la tubería de 28 y 30 pulgadas que conduce el agua tratada hacia la ciudad, dejando sin servicio a sus 370 mil habitantes.
“Parte de esta situación se debe a la falta de previsión, ya que cuando se empezó a construir la nueva conducción del acueducto en la Planta de Niza, se suspendió por completo su servicio, el cual abastece aproximadamente un 30% de la ciudad. El 70% restante era suministrado por la la tubería que resultó afectada con este daño, lo que significa que Manizales queda totalmente sin agua”, afirmó Gonzalo Duque Escobar director del Museo Interactivo Samoga de la UN en Manizales.
La emergencia similar ocurrida en el año 1981 se solucionó en tres días porque se contaba con una conducción alterna en la Planta Guacaica, pero ahora sin plan de contingencia se ha anunciado que la suspensión podría durar más de una semana.
El desabastecimiento ha provocado un colapso, por toda la ciudad se pueden observar personas en tiendas y supermercados para comprar el liquido, pero en estos sitios ya está escaseando; en los barrios la gente hace fila con recipientes para recolectar las raciones que los bomberos están entregando.
La necesidad ha llevado a recoger agua en los yacimientos naturales y quebradas que rodean la ciudad.
Ante está situación la prioridad para atender la emergencia la tienen las clínicas, hospitales, ancianatos, albergues y centros de reclusión con agua suministrada por municipios aledaños como Villamaría.
Por la magnitud de la situación la Alcaldía está gestionando alrededor de 80 carrotanques, uno por barrio aproximadamente durante cada 8 horas, asimismo ha solicitado apoyo a los municipios vecinos. El presidente Santos estará en la ciudad en las próximas horas para evaluar la crisis que vive el municipio.
Informes: Gonzalo Duque Escobar
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