Manizales, dic. 11 de 2012 - Agencia de Noticias UN- El ejercicio del gestor cultural en Latinoamérica no debe limitarse a la actividad artística y la industria cultural. Es necesario reivindicar su papel en cuanto constructor social.
A partir de su experiencia en el diseño y elaboración del pregrado de Gestión Cultural y Comunicativa de la UN en Manizales, el profesor Carlos Yáñez Canal plantea una propuesta pedagogía para esta profesión.
“Con base en el reconocimiento constitucional de la diversidad cultural, encuentro la necesidad de formar nuestros gestores desde la diferencia. Por esa razón, planteo como eje fundamental algo que defino como una estética de la existencia, en la cual los elementos esenciales se centran en el rescate de sujetos corporizados que establecen vínculos y relaciones con otros, pero que, a su vez, deben partir de la empatía y la proxemia para trabajar con ese otro”, sostiene el investigador.
Esto implica, como labor fundamental del gestor, no solo la necesidad de establecer vínculos y relaciones con el otro, sino también consigo mismo, asumiendo el cuerpo en una dimensión distinta: como la posibilidad de "pensar con las entrañas", partiendo de percepciones y sensaciones, en la cual el otro no se vea como un objeto de estudio, sino como aquel con quien se construye un mundo posible, y sin quedarse atrapado en la racionalidad instrumental.
Asimismo, respalda la idea de un gestor que se oriente a ir hilando tejido social, teniendo en cuenta que en todo entramado inevitablemente aparecen "nudos" que, en vez de interponerse como obstáculos, tienden a enriquecer la formación y a abrir posibilidades y nuevas búsquedas para su acción en la sociedad.
“Al mismo tiempo eso nos lleva a pensar y a reconocer formas de resistencia, si no de reexistencia, es decir: en todo proceso de afrontar el embate de la contemporaneidad en términos del mercado, del consumo, del control de los deseos y de las emociones, la idea es hacer un ejercicio que sea profundamente creativo y constructor de nuevas relaciones sociales en las cuales podamos establecer distintas formas de convivencia y de existir”, precisa.
Este interés surge a raíz de la preocupación por que la gestión no se reduzca simplemente a un ejercicio instrumental de la administración o la mirada estética, a las artes. Y, aunque es fundamental formarse en esas lógicas, el profesional no debe limitarse a elaborar proyectos, hacer diagnósticos y planes culturales, sino que en su labor debe estar implícito siempre un desafío ético, estético y experiencial.
Este planteamiento hace parte del libro Profesionalización de gestores culturales en Latinoamérica: Estado-universidad-asociaciones, publicado por la Universidad de Guadalajara en México. A este volumen, en cuanto uno de los dos representantes de Colombia, el profesor Yáñez Canal aportó esta mirada en el capítulo “Formación de gestores culturales, un camino por construir”.
http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/ndetalle/article/estetica-de-la-existencia-pedagogia-para-la-gestion-cultural.html