Manizales, Feb. 04 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Reivindicar las necesidades particulares de cada madre y su hijo, como una alternativa frente a las prácticas instrumentalizadas de la medicina occidental, es lo que busca esta mirada tradicional.
Luna Tobón, estudiante de Gestión Cultural y Comunicativa de la UN en Manizales, adelanta una investigación cuyo eje central vislumbra el parto como un acto que debe tener mayor consonancia con la solemnidad del momento y más respeto por el cuerpo de la mujer.
“Teniendo en cuenta que el cuerpo es un escenario vivo, se hace una apuesta por recuperar ciertas prácticas en torno a esa manera tradicional de occidente de tener los hijos, la cual viene desde una medicina patriarcal que, en este ámbito, ha instrumentalizado al cuerpo solo como reproductor, dejando de lado las particularidades, las creencias y la emocionalidad de ese momento para la mujer”, expresó la investigadora.
Para ello, se propone desmitificar los tabúes de la sociedad actual sobre el trabajo de las parteras tradicionales y la manera ancestral de traer hijos al mundo, como respuesta a la violencia obstétrica y a la tendencia de manejar el parto como una producción en masa, con procedimientos incómodos en los hospitales, donde la madre no puede estar con la familia y el niño es retirado inmediatamente. Estas condiciones, en muchas ocasiones, transforman un acto sublime en un trauma para madre e hijo.
“Las prácticas de un parto humanizado se basan en las tradiciones de contextos afro e indígenas que pueden implementarse en los hospitales, como buscar la postura en que la mujer se sienta más cómoda, permitir la compañía de sus seres queridos, propender por un mejor contacto entre la madre y el bebé, y explorar alternativas como el parto en el agua, entre otras”, manifestó la estudiante.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, además de proponer otras alternativas para el parto, se busca apoyar la creación de redes con entidades como Asoparupa (Asociación de Parteras Unidas del Pacifico), así como con instancias internacionales que luchan porque el parto recupere esa dimensión de sacralidad que implica dar a luz una nueva vida y, por tanto, un acto que reclama mayor respeto.
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