Manizales, may. 14 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Ante la necesidad de derribar o modificar una edificación de valor histórico surge la alternativa de adosarle una estructura contemporánea con la cual se abra un diálogo arquitectónico armónico.
La Ley 387 define como bienes de interés cultural a construcciones que (por sus características arquitectónicas, estructurales, espaciales o de significación social, económica o política) es necesario conservar.
Su relevancia se puede ratificar a partir de un Acuerdo del Consejo (si es de carácter municipal), de la Asamblea (si es departamental) o del Ministerio de Cultura (cuando se declara monumento nacional).
Con base en estas características, docentes de la UN en Manizales identifican edificaciones en las cuales se podrían adelantar proyectos académicos para anexar una estructura contemporánea y así resignificar su función.
Este diálogo de la arquitectura contemporánea con estos espacios de valor histórico necesariamente debe ser armónico y respetuoso de la construcción original.
“El edificio contemporáneo debe tener absoluta contundencia, certeza, fortaleza y derecho a existir como una arquitectura que tiene otro tiempo y espacio. En ese sentido, lo que más interesa es la armonía entre ambas edificaciones”, manifiesta Gabriel Barreneche, docente de la sede.
Esto se logra a través de líneas de composición, de respetar la paramentación con respecto a la vía (continuidad del nivel de las fachadas), la altura, la volumetría, el sistema de texturas y el tratamiento proporcional de los vanos (espacios vacíos para puertas o ventanas), entre otros.
Este ejercicio implica, además de anexar una construcción nueva, recuperar en su totalidad el bien de interés cultural desde su estructura, concepción espacial y forma arquitectónica. Más aún, si es pertinente, requiere cambiar su función, pues esta puede haber perdido su vigencia.
Dicha tarea demanda un análisis de los valores de la edificación histórica, saber qué elementos lo convierten en bien de interés cultural, comprender su función y diseñar una nueva en torno a una necesidad social, de modo que la estructura original pueda acoplarse armónicamente a una nueva construcción contigua.
(Por:Fin/amej/sup/fgd)