Manizales, may. 23 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Participación en medios, cualificación de la opinión pública y libertad de prensa fueron algunos aspectos abordados en la cuarta sesión de Debates Universidad Nacional de Colombia, que tuvo lugar en la UN en Manizales.
En el marco de los diálogos de paz, tener una opinión pública cualificada es fundamental para garantizar una participación ciudadana democrática. Pero en Colombia este es un aspecto muy descuidado. La ausencia de programas de opinión de alta calidad en radio y televisión hacen que se carezca de una audiencia de tales calidades.
“Para un país que tiene problemas tan complejos y atraviesa una etapa histórica crucial, como la de los diálogos de paz, se requiere una opinión pública muy fundamentada. Pero solo una élite, limitada a los lectores de prensa y revistas semanales de actualidad, conoce los problemas nacionales. Y el país termina polarizado por actitudes emocionales de la población”, afirmó Fabio López de la Roche, investigador del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri) de la UN en Bogotá.
Por eso, según el ponente, hay que pensar en cómo fortalecer los medios públicos con propuestas tanto de ficción como de información de alto nivel.
“En ese sentido, creo que es importante lo que viene haciendo Hollman Morris al frente de Canal Capital, pues busca recuperar ese género de la opinión totalmente descuidado porque los canales privados tienen sus parrillas llenas de realities, musicales y narconovelas”.
Al respecto, hay un reto grande para los medios de comunicación en términos de afianzar una opinión más solida y de ampliar la participación de las voces inmersas en el conflicto. Ambos aspectos forjarán una opinión pública cualificada, más democrática y con más argumentos para enfrentar el vaivén de la manipulación.
“La propaganda gubernamental y las campañas emotivas de los políticos son estrategias destinadas a infundir miedo en la población. Lo más grave es que ese miedo y la polémica sobre si se está o no ganando la guerra terminan desplazando el debate sobre las pensiones, la salud, la seguridad en el campo y la de los periodistas, la autocensura de los medios y sobre otros asuntos que deberían tener un lugar central en la agenda ciudadana”, manifestó el profesor de la UN.
Otra condición esencial es contar con las garantías para el ejercicio informativo, pues con periodistas intimidados no es posible tener una democracia sólida.
Sin embargo, no solo se deben superar las amenazas hechas a los periodistas, sino también garantizar el acceso de diferentes sectores, como los campesinos, que hoy no tienen ninguna presencia directa en el espectro de medios. Incluso, según el docente, la izquierda política no tiene la posibilidad de emitir sus opiniones y perspectivas sobre el país.
Igualmente, hay que impulsar normas para que los canales privados estén obligados a tener espacios periodísticos de debate y opinión de alta calidad en horarios de alta sintonía. En la actualidad, no hay una clase política interesada en reformar los sistemas nacionales de medios.
Esto sí sucede en otros países, como en Argentina, con la ley de servicios de comunicación audiovisual; en Ecuador, con la discusión pública sobre la ley de medios; y en México, en donde recientemente los tres partidos políticos más importantes (el PAN, el PRD y el PRI) se pusieron de acuerdo para impulsar una reforma a TV Azteca, Televisa y a la telefonía celular, que conforman un sistema monopólico.
Percepción pública
Otro de los puntos abordados fue la comunicación que se establece con el país tanto por parte del Gobierno como de las Farc. En ambas esferas se resaltaron profundas deficiencias.
“Con respecto a lo gubernamental, se requiere mayor sensatez, pues, en ocasiones, los voceros gubernamentales hablan como si sugirieran que el modelo es perfecto y vivimos en un paraíso, cuando todo el año la prensa ha evidenciado las crisis en diferentes sectores. Frente a estos aspectos, se requeriría mayor presencia de las voces de la sociedad”, indicó el investigador.
Por otra parte, se discutió sobre la manera como las Farc se comunican con la sociedad. Parece que esta guerrilla tiene problemas para darse cuenta de cómo es percibida realmente por la opinión pública. En este sentido, su reto es ver cómo tiende puentes y, por ejemplo, responde en cuanto a la reparación de sus víctimas y se reconoce a sí misma como victimaria.
(Por:Fin/amej/sup/fgd)