Manizales, may. 27 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Aunque la Constitución de 1991 ha reconocido múltiples derechos de las comunidades indígenas, falta un plan de garantías que los salvaguarde y los haga efectivos ante su continua violación

Aunque en la actualidad existen muchas normas y sentencias a favor de estos pueblos, en la práctica esos derechos son vulnerados y carecen de un enfoque diferencial. Las comunidades deben ser atendidas de manera individual, pues cada grupo étnico tienen sus propias cosmogonías.

“A partir de la Constitución de 1991, los pueblos indígenas pasamos de ser vistos como seres en un estado de salvajismo a sujetos con derechos. Sin embargo, este postulado solo está plasmado en el papel, pues falta mucho en términos legislativos para que hagamos efectivo el disfrutar de éstos”, afirmó Moisés Villafañe, integrante de la cultura Arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta, quien estuvo de visita académica en la UN en Manizales para discutir la situación de los indígenas del país con docentes y estudiantes.

Entre las principales problemáticas que presentan los pueblos indígenas se encuentra la violación de derechos humanos por desplazamiento, por despojo de sus tierras y por reclutamiento forzado por parte de los grupos armados.

Igualmente, la minería y los megaproyectos afectan sus territorios. Estos llevan una secuela de violencia y pobreza que han ocasionado que 34 pueblos indígenas estén en vía de extinción como los Nukak Maku, grupo semi-nómada ubicado al sur del país y del que solo quedan 250 personas.

“Frente a estas situaciones, además de la voluntad del Estado, pedimos hacer mucha pedagogía para conocer mejor la Constitución Política de Colombia, donde se reconoce la diversidad étnica de la nación. Sería muy importante que las universidades tuvieran una cátedra de derechos para conocer la cultura de los indígenas colombianos”, expresa este abogado, cuyo nombre en la cultura Arhuaca significa ‘intermediario de dos mundos’.

Igualmente, aunque desde hace algunos años tienen acceso a la educación superior, esta es una posibilidad muy reducida. Por ello, se aboga por una universidad indígena donde se rescate su filosofía cultural y se reconozca su diferencia. “No somos propiamente colombianos, somos precolombinos, nosotros estamos desde antes de la colonia. Nuestra cultura y forma de vida son muy distintas a las no indígenas”, explica Villafañe.

(Por:Fin/amej/CAPG/csf/fgd)