Manizales, May. 28 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Estudiante de la UN busca tomar factores cualitativos de la política de vivienda venezolana para aplicarlos en Colombia, pues nuestro enfoque en cobertura descuida temas sociales, culturales y calidad.
A partir del estudio de normas de calidad habitacional en la política de vivienda venezolana, Juan Guillermo Castaño Agudelo, estudiante de Arquitectura de la UN en Manizales, busca determinar aspectos clave de este modelo para mejorar algunos parámetros implementados en Colombia.
“El estudio de la Ley 546 de la vivienda nacional deja claro que nuestra política tiene un enfoque estrictamente financiero, cuyo eje es el subsidio para la adquisición de la propiedad que enfatiza en los sistemas de ahorro y financiación pero deja de lado las cualidades arquitectónicas, de hábitat, para privilegiar las utilidades de quienes ofrecen soluciones de vivienda”, expresa el investigador.
Para emprender un trabajo de este tipo fue necesario analizar cómo aborda el país el índice de Déficit Habitacional, el cual contiene una parte cuantitativa correspondiente a la cobertura y una cualitativa sobre el estado de las viviendas, su estructura, condiciones de habitabilidad y hacinamiento.
“En este aspecto las estadísticas arrojan que el déficit cualitativo se encuentra por encima del cuantitativo, pero en Colombia se da solución al segundo con la construcción de vivienda con espacios reducidos en metros cuadrados, en la que los mínimos se vuelven máximos, con una carencia de normas de calidad que incrementa la problemática cualitativa”, indica Castaño Agudelo.
Igualmente, se observó que este orden financiero tiene tendencia a la vivienda propia, excluyendo otras posibilidades de tenencia y se presenta una contradicción entre los ingresos requeridos para el SFV (subsidio familiar de vivienda) y el crédito.
En contraste, con los estudios realizados sobre la política de Venezuela, el investigador de la UN resaltó que allí abordan la problemática de manera similar con el uso del subsidio, la diferencia es que el Gobierno prioriza el componente social sin permitir la intervención de entidades privadas que busquen su propio beneficio.
Otro factor destacado por Juan Guillermo Castaño en el modelo venezolano es su fundamentación en la habilitación física de barrios, con proyección y construcción de múltiples infraestructuras y de equipamientos necesarios para lograr la integración de los asentamientos informales con el resto de la ciudad.
“En este sentido las soluciones habitacionales ya no se centran solo en el espacio mínimo llamado en Colombia “vivienda digna”, sino que logra una sinergia para mejorar las condiciones inadecuadas de las viviendas, el hacinamiento, la dificultad para acceder a los servicios públicos domiciliarios, la inexistencia de equipamientos colectivos, los problemas de accesibilidad, movilidad y la ausencia de espacios públicos e inseguridad”, precisa el estudiante de arquitectura de la UN.
Sin embargo, en Colombia procesos como el de Mejoramiento Integral de Barrios, como el caso de Juan Bobo en Medellín han evidenciado propuestas que prueban que pensar en las necesidades de cada sector es una alternativa exitosa para brindar solución a los problemas habitacionales del país.
(Por:Fin/AMEG/CAPG/nics/fgd)