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Un gobierno corporativo incluyente genera mayores rendimientos

Gobierno   Manizales, jul. 04 de 2013 - Agencia de Noticias UN- La evolución de escenarios e individuos en la sociedad de la información requiere que se incorporen ciertos conceptos a las organizaciones para lograr que sean más adaptativas y flexibles de cara al siglo XXI.

 

 

En el marco de la investigación “La autoridad formal: una restricción en las organizaciones”, se trabaja en la aplicación de este concepto para crear una sinergia entre la responsabilidad frente a los accionistas, en sintonía con una mayor participación del recurso humano en la toma de decisiones. “Esto genera organizaciones más funcionales, dinámicas y con mejor comunicación, que redundan en mejores beneficios económicos”, indicó Juan Nicolás Montoya, docente de la Universidad Nacional de Colombia y director de la investigación.

Este trabajo se realiza con la participación de seis estudiantes mexicanas que se encuentran en la Sede Manizales para contribuir con el proceso investigativo, gracias al programa Delfín que otorga becas de movilidad a jóvenes de últimos semestres entre países latinoamericanos.

“En función del siglo XXI estamos analizando prácticas de alto rendimiento, así como el comportamiento de los individuos en las organizaciones. Hemos encontrado que estas últimas están provistas de mayor conocimiento, tecnología, innovación, creatividad y elementos para la resolución de conflictos; además, deben ser consecuentes con un recurso humano muy diferente al de hace unas décadas”, expresó Mayra Patricia Cortez, estudiante de la Universidad de Guadalajara.

Cuando entendemos que los desarrollos de una organización y su alcance dependen de los sujetos que la integran, el proceso administrativo global se traslada a una dimensión micro donde se potencializan las capacidades del individuo y desde ahí su aporte a una organización más sólida.

“Desde esta perspectiva, se busca cambiar la cultura organizacional tradicional hacia una reestructuración en la forma de organizar las empresas y que se dé una toma de decisiones más integral, para que las personas tengan autonomía y sean autogestoras de su labor”, expresó María del Rocío Hernández, investigadora mexicana.

La pretensión es dar un giro a la perspectiva tradicional en la que el gobierno corporativo solamente responde a los intereses de accionistas o inversores, y que se comience a evaluar los impactos que puede generar un mayor interés al interior de la organización, con las áreas y departamentos involucrados en la misma.

“Reestructurar el manejo de la autoridad dentro de una empresa propicia que los empleados tomen sus propias decisiones de acuerdo con la optimización de las actividades, de modo que se empoderen más de su trabajo y del conocimiento que tienen de su hacer”, mencionó Aranza Montes Avilés, estudiante de la Universidad de Guadalajara.

Por su parte, la investigadora Alejandra Ayhziri Montes señaló que uno de los aspectos más interesantes para las organizaciones es la creación de un organigrama no convencional, donde todas las personas puedan aportar. Esto se daría mediante una visión distinta de la autoridad que no limite la creatividad sino que al contrario acoja las nuevas ideas de los colaboradores.

“Aunque es un proceso que toma tiempo, la idea es generar conocimiento que movilice a cambiar la perspectiva del gobierno corporativo, especialmente en el entorno local y regional, ya que la nuestra es una sociedad conservadora, tradicional y se presentan muchas resistencias al cambio”, manifestó Juan Daniel Montoya, estudiante de la UN e integrante del equipo investigador.

(Por:Fin/amej/sup)

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