Manizales, jul. 12 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Determinar las acciones de gestión que se deben emprender a la hora de hacer producción cultural es el objeto de una investigación de estudiantes de la UN en Manizales.

Mauricio López Orozco y Laura Patricia Vargas Arango son estudiantes del pregrado en Gestión Cultural y Comunicativa de la sede e integrantes del semillero de Agentes y Agenciamientos Culturales. Ellos indagan cuál es la construcción de conocimiento que confluye en la producción cultural.

“El objetivo es que en unos años tengamos claro que el gestor cultural es el encargado de hacer producción cultural, y no el ingeniero industrial o el médico o el abogado o el diseñador, como erróneamente se cree”, afirma López Orozco.

Una de las preguntas que buscan responder los estudiantes es si se puede relacionar la producción de eventos con la producción cultural o si son diferentes.

Esto dado que han constatado que los llaman muchas veces para asuntos logísticos en la organización de eventos, así como también para su financiación, pero que, en la mayoría de las ocasiones, no hay claridad específica sobre lo que se quiere lograr con la actividad.

“Concretamente, hemos venido haciendo tanto producción cultural como de eventos. En ese sentido, hemos establecido que nuestra profesión tiene que ver con un evento siempre y cuando lo entendamos como un acontecimiento en la vida de un colectivo, y no como un simple proceso organizativo”, cuenta.

Asimismo, precisa: “Si bien la producción cultural tiene un proceso organizativo-administrativo, debe tener una preocupación por el sentido de lo que se está haciendo. Y ese sentido debe estar en consonancia con las evidencias de un diagnóstico que sea resultado de una investigación sobre el grupo, el contexto y el territorio y que se hace como parte de la naturaleza de la gestión cultural”.

En otras palabras, lo que se pretende es diferenciar las pautas de acción que un gestor cultural, en cuanto profesional, debe tener en cuenta para hacer producción cultural.

Por ejemplo, un médico recibe a su paciente, lo examina, le practica algunos exámenes, le hace un diagnóstico, le receta ciertos medicamentos o tratamientos y, si lo considera pertinente, lo remite a un especialista o determina una cirugía.

El trabajo y las pautas de acción del gestor cultural deben ser similares: hay que analizar una realidad; efectuar un diagnóstico social; relacionarlo con unas áreas específicas; y, con base en ese diagnóstico, formular unas intervenciones que deben desarrollarse con posteriores mecanismos de retroalimentación.

“La producción cultural no es simplemente una acción planeada como un evento. También podrá derivar en la publicación de un libro, la composición de un audiovisual, en contenidos de videojuegos, entre otras obras”, agrega.

El proceso investigativo ha sido presentado como ponencia en el II Encuentro Iberoamericano en Gestión, Políticas e Industrias Culturales, que tuvo lugar, del 22 al 24 de mayo, en la ciudad de General Roca (Argentina); en el último Encuentro de Gestores Culturales “Retos y buenas prácticas en la gestión cultural”, celebrado del 24 al 26 de octubre de 2012 en La Paz (Bolivia); en los encuentros de la Red de Semilleros de Investigación (Redsi) del año 2012; y en el Foro de Filosofía de la UN. Próximamente será publicado en una revista indexada.

(Por:Fin/FLPV/fgd)