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Brecha generacional, reto para las empresas del siglo XXI

Brecha Generacional   Manizales, jul. 17 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Las políticas que dilatan la edad de jubilación, la tendencia a una contratación inestable y la brecha tecnológica generacional requieren organizaciones más adaptativas a los ambientes del siglo XXI.

El nuevo milenio introduce a las empresas en terrenos desconocidos con dinámicas muy distintas a las prácticas tradicionales, y les exige crear estrategias de adaptación a nuevos ambientes que deben entender y potenciar para fortalecer sus recursos, evitar tensiones o desaprovechar oportunidades que pueden afectar su producción.

“En este contexto, buscamos que las organizaciones sean mucho más adaptativas, abiertas y dispuestas no solo a los intereses de quienes participan con sus capitales de inversión, sino de todos los sujetos que les aportan con su conocimiento; es un llamado para que haya planificación de largo plazo, con mayor estabilidad, y se reconozca la capacidad de los individuos con incentivos que les permitan crecer en la organización”, manifestó Juan Nicolás Montoya, docente de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales.

Actualmente, los choques generacionales en las empresas se hacen más manifiestos dadas las políticas que extienden las edades de jubilación, por lo cual se encuentran empleados de veinte años de edad compartiendo espacios laborales con compañeros que sobrepasan los sesenta.

“Sin duda, esto causa un encuentro de culturas muy diferentes y una brecha de adaptación tecnológica grande que limita ostensiblemente los desarrollos y cambios organizacionales. A los más adultos les cuesta trabajar con muchachos que están tatuados, con piercing o con estilos y concepciones de la vida que rompen la tradición”, expresó el experto.

Desde esta perspectiva, la propuesta investigativa del profesor Montoya surge como una invitación a que las empresas adquieran nuevos desarrollos, estén alineadas y sean simétricas con las necesidades del siglo XXI. En este sentido, señala que la academia tiene un gran reto frente a la prospectiva de la estructura organizacional en las entidades que coadyuvan a gestionar los procesos institucionales.

“La academia debe formar individuos con nuevas propuestas y visiones, capaces de asumir retos con miras hacia al año 2020 en adelante; sin embargo, la educación continúa en función de lo histórico, enseñando temas que el docente aprendió hace años, lo cual implica que los estudiantes hagan un ejercicio con perspectiva histórica y no a futuro”, precisó el docente de la UN.

Es imprescindible la capacitación permanente de los docentes para que sus enseñanzas produzcan mayor impacto en las empresas, trascendiendo los postulados convencionales que se transforman al ritmo imparable que impone la sociedad de la información.

(Por:Fin/AMEJ/CAPG/sup)

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