Manizales, Jul. 22 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Las políticas públicas sobre TIC en el campo educativo requieren más acompañamiento del cuerpo docente para filtrar los contenidos informales que transmite la web.

Dentro de las políticas públicas emprendidas por el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) han tenido un papel protagónico. El objetivo es mantenerlas actualizadas con los avances mundiales y que estén al servicio de la educación.

En su investigación posdoctoral en Alta Gerencia y Políticas Públicas (que fue presentada en el Congreso Mexicano de Administración Acacia), el profesor Juan Nicolás Montoya, de la UN en Manizales, comprueba que la tecnología es una herramienta vital en los procesos de las organizaciones y que tiene un papel transformador en la educación.

“En ese sentido, el Gobierno ha procurado consolidar una plataforma en básica primaria e, incluso, en algunos niveles de secundaria, para que la tecnología sea más amistosa con los estudiantes. No obstante, dentro de esas políticas encontramos una asimetría: las TIC no solo invitan a incorporar conocimiento formal, sino que en ellas se filtra conocimiento poco estructurado en el que hay mucha contaminación”, advierte.

Igualmente, ha encontrado que los colombianos hacemos un uso incorrecto o desaprovechamos muchos recursos y capacidades que ofrecen estas herramientas, porque “nos hemos adaptado ‘a golpes’ a ellas”.

El llamado es a que los docentes usen aplicaciones congruentes con el ejercicio de las clases, para acompañar procesos académicos serios, y que no se limiten a la información que suministran los recursos virtuales.

“Nuestro reto es cómo hacer que el individuo complemente esas actividades académicas regulares con investigación de largo alcance, que sea adecuado con el desarrollo de cada competencia y con los microcurrículos. En ese sentido, las políticas públicas en materia de tecnología no pueden ser tan abiertas. Es necesario tener mayor regulación y acompañar el desarrollo académico de los individuos”, manifiesta el investigador.

El uso eficiente de un componente fuerte de TIC podría hacer realmente exitoso un sistema educativo formal, gracias al cual las personas ya no tuvieran que concurrir a espacios académicos formales para capacitarse con calidad.

“Si se cuenta con espacios muy estructurados —en los que haya un componente presencial y otro en el cual las tecnologías no sean un anexo desprevenido, sino integrado a las temáticas y demás procesos formales educativos—, no solo vamos a tener el profesor en el aula, sino que sus esfuerzos se van a multiplicar para acompañar el desarrollo escolar de muchos más estudiantes”, asegura el docente de la UN.

(Por:Fin/AMEJ/CAPG/sup/fgd)