Manizales, sep. 11 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Los procesos de diversidad cultural implican reconocer el concepto del ser desde la perspectiva de miradas plurales. La comprensión del “sí mismo” debe ser resultado de la interrelación con los otros.
Sobre este tema, y como parte de la línea de investigación Cuerpos y Subjetividades de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales –coordinada por el profesor Carlos Yáñez Canal– se desarrolla un proyecto de intercambio entre la U.N. y la Universidad de Michigan.
La iniciativa de ambas instituciones busca que los estudiantes puedan interactuar y conocer distintas sociedades para fortalecer su sensibilidad hacia la diversidad cultural.
“Es muy importante que nuestras universidades provean a los jóvenes el espacio y las competencias para fomentar una conciencia global acerca de que la vida de cada persona –en cualquier punto del planeta– guarda interrelación con las condiciones políticas, sociales y económicas que se dan en todo el mundo”, manifestó el profesor Luis Felipe Sfeir-Younis, de la Universidad de Michigan.
Para los estudiantes que se forman en el campo de las ciencias sociales este ejercicio es fundamental para fortalecer la capacidad y compromiso de participación, agenciamiento, cambio y resistencia en los procesos de orden cultural.
Al respecto, el profesor Sfeir-Younis indicó: “Por ello, queremos que los alumnos conozcan diferentes lugares y personas, para que se den cuenta que la vida de los “otros”, ajenos a su contexto, no solo está condicionada por el medioambiente natural sino también por sistemas económicos, sociales y políticos de sociedades como Estados Unidos y Europa”.
Por otra parte, es importante que entiendan “cómo estos procesos globales tienen grandes impactos en la vida de gente que vive a miles de kilómetros de distancia de esos centros de poder”, dijo.
Mediante el intercambio cultural se busca que los estudiantes experimenten el sentido de la interdependencia. En otras palabras, que evidencien que, en algún sentido, la vida de las poblaciones –tanto en Estados Unidos como en la comunidad más recóndita de Colombia– está conectada por un hilo, por más invisible que este parezca.
“Esta práctica busca que los jóvenes investigadores de ambas instituciones se den cuenta que para participar en un mundo global como este tienen que comprender que su vida y su definición de ser, al igual que sus goces y dolores están relacionados y condicionados por la vida de los demás”, precisó el investigador.
(Por:Fin/amej/sup)