Noticias

Un patrimonio de la humanidad debe ser defendido por su gente

patrimoniomch   Manizales, sep. 18 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Los habitantes de un lugar declarado patrimonio cultural de la humanidad son los que le dan sentido a una declaratoria de este tipo: sus valores como comunidad, sus tradiciones y su memoria colectiva.

 

Un experto internacional compartió con la comunidad académica de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales algunas lecciones aprendidas en múltiples investigaciones, que potencian el valor de los paisajes culturales alrededor del mundo.

En alianza con un grupo interdisciplinar creado entre la Universidad Politécnica de Barcelona y el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Estados Unidos, y tras 15 años de investigación, el profesor Joaquim Sabaté y su equipo reunieron los aspectos comunes que reportaron beneficios a las comunidades de cerca de un centenar de paisajes en diversos países.

“El primer punto está en los residentes, ya que son absolutamente imprescindibles en el valor de un territorio; sin ellos el proyecto no tiene ningún sentido; en segundo lugar la memoria, los recuerdos y las tradiciones son un patrimonio tanto o más valioso que las piedras, las construcciones o las laderas cultivadas, porque tienen el riesgo de desaparecer con mayor facilidad”, indicó el investigador.

Como tercer aspecto es necesario comprender que los mejores proyectos surgen de la base, si no hay agentes locales dispuestos a defender su patrimonio, a exigir un adecuado balance entre preservación y mejora de su calidad de vida, los procesos difícilmente serán exitosos, ya que asignar valor a recursos culturales, naturales y patrimoniales solo tiene sentido si repercute de manera positiva en la vida y la dignidad de sus habitantes.

Como cuarta lección se necesita una estructura física y urbanística que soporte la magnitud de los ámbitos de trabajo que exige el paisaje para no deteriorarlo. Y el quinto aspecto es que para aprender y apreciar un paisaje hay que recorrerlo a la velocidad en que fue construido, es decir en mula, en camello, barcaza o tranvía y no en un carro a 80 km/h, lo cual no permite darse cuenta de las cualidades del lugar.

Asimismo, el profesor Sabaté señaló que una declaratoria como paisaje cultural no es garantía de éxito, sin duda es un valor añadido que marca un sello de calidad y atrae gran potencial turístico. Pero también sucede lo contrario, como en el caso de Machu Picchu donde esto ha producido más perjuicios que beneficios, por una presión excesiva de visitantes y la falta de un proyecto consensuado que oriente hacia un futuro sostenible del territorio.

(Por:Fin/AMEJ/CAPG/jcrf)

Cargando Agencia de Noticias UN