Manizales, sep. 27 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Investigador de la U.N. indaga sobre la responsabilidad social de una empresa pública de Medellín, como parte de una motivación ética para garantizar el acceso de los jóvenes de escasos recursos a la educación superior.
La iniciativa parte de la necesidad social generada por la poca asequibilidad de jóvenes entre los 18 y 24 años en condiciones de pobreza a la formación universitaria, teniendo en cuenta que entidades como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconocen que la inequidad que se vive en países como Colombia se puede reducir con el acceso a esta instancia educativa.
“Hace 2.500 años se comenzó a hablar de la ética y del hecho que lo que induce a actuar correctamente es la felicidad del acto justo y equilibrado de la responsabilidad social. En este sentido, solo hasta hace muy pocos años algunos estados en el mundo se han dado cuenta que las empresas públicas e, incluso, también las privadas tienen alguna responsabilidad en garantizar el acceso a los jóvenes a la educación superior”, expresó David Andrés Díez Gómez, quien realiza la investigación como tesis doctoral de Ingeniería, Industria y Organizaciones en la U.N. en Manizales.
Como ejemplo tomo a la empresa EPM de Medellín. Desde el 2007 tiene un fondo, a través del cual en alianza con otras entidades públicas y privadas ha permitido que cerca de 22 mil jóvenes de estratos 1, 2 y 3 accedan a una formación universitaria, la cual además del desarrollo intelectual les brinda una mejor calidad de vida para ellos y su entorno.
Con este respaldo se observa que más allá del tradicional activismo y del utilitarismo económico, una de las motivaciones éticas de EPM y la Alcaldía de Medellín es realizar procesos de inclusión que contribuyan a resolver la inequidad. Para ello, han articulado su responsabilidad social con investigaciones que muestran que para tal fin es vital la educación.
Paralelamente, el proyecto busca profundizar en un tema poco estudiado porque la investigación social ha tendido a preguntarse cómo viven las personas excluidas, pero no se interroga por la felicidad de los grandes políticos y empresarios del país en términos de cómo este compromiso con lo social puede dar mayor significado a sus propias vidas.
Esto a raíz de las altas tasas de suicidios de personas de las élites en países del primer mundo, lo que ha hecho que cobren relevancia movimientos sociales como la logoterapia (el sentido de la existencia), a través de la cual se ha observado que una las mejores maneras de dar significado a la vida es interesarse en las necesidades del otro.
(Por:Fin/AMEJ/CAPG/jcrf)