Manizales, oct. 03 de 2013 - Agencia de Noticias UN- La caída en la tasa de ganancia es una de las causas de la desindustrialización que experimentan las ciudades del país. En Manizales, este indicador se evidencia con la desaparición de grandes industrias.
La tasa de ganancia es el indicador de la rentabilidad contra el capital invertido en un determinado periodo. Este aspecto ha mostrado una tendencia descendente tanto en el ámbito local, como en el nacional y global, pero con un fuerte impacto en América Latina.
“Con la llegada de los economistas de la oferta o neoliberales, quienes plantean que todo funciona a través del mercado, se buscó que el sector privado tuviera mayor participación en la economía, y que se diera la reducción del Estado. Con ello se genera una disminución de la regulación y la libre competencia, a través de lo cual inevitablemente el pez grande se come al pez chico”, manifestó Oliverio Ramírez Garzón, docente de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales.
Esto ocasionó que los mercados nacionales se inundaran de productos extranjeros con una tasa revaluada en sectores en los que el país tenía alguna producción, lo que condujo a la caída de la rentabilidad y al cierre de muchas empresas.
“Específicamente en Manizales, desde hace cerca de 10 años esto generó que se acentuara la caída de la industria, y aunque han crecido algunas pequeñas empresas, estas no alcanzan la trascendencia de entidades como las desaparecidas Fósforos El Rey, Vulcano y Única”, agregó el investigador.
De forma evidente, esta desaceleración interna afectó el comportamiento de la economía, dado que este es uno de los sectores que más contribuye al desarrollo económico y a la generación de riqueza para una sociedad. Y cuando los inversionistas ven que su negocio no está rentando se retiran de esa actividad, haciendo que muchos se vayan del país o que se trasladen hacia otros sectores como el financiero, que finalmente fue el gran beneficiado.
En este sentido, expresa Ramírez Garzón, se observó que a medida que la industria fue cayendo, el sector financiero fue aumentando; el problema de ese sector es que no genera riqueza más que para sí mismo y por falta de regulación se ha tornado especulativo, presentando utilidades que han subido de manera exponencial. Lo que significa un despropósito frente a la situación desastrosa de la industria colombiana.
“Una de las fuentes de riqueza de un país se mide por la capacidad de exportación de manufacturas (que es la que genera empleo y dinero, que se consume e invierte en el mismo territorio), pero cuando este gran motor se descuida y la industria se empieza agotar, la economía presenta problemas como los que se viven actualmente, pues la baja en la tasas de ganancia, inevitablemente, produce el declive en la industria nacional”, agregó el docente.
Al respecto, el profesor Ramírez explicó que para José Antonio Ocampo –uno de los grandes economistas del país– esto se debe también a que ha habido una “indigestión de TLC”, a la que el país no tiene cómo responder por las dinámicas de producción y la infraestructura nacional.
(Por:Fin/amej/sup/arm)