Manizales, oct. 16 de 2013 - Agencia de Noticias UN- La Editorial de la U.N. está realizando ajustes a los pilares de su política. La idea es llegar con mayor fortaleza a diferentes actores sociales y entregar conocimientos generadores de desarrollo y bienestar.
Sin desconocer que el alcance económico es deseable, más allá de una racionalidad comercial, en la Universidad Nacional de Colombia prima la generación de contenidos con impacto en la sociedad, una tarea en la que varios actores tienen un papel esencial.
Así, el autor puede centrarse en la generación de contenidos de alto valor; y el editor en la articulación de espacios de concertación entre los autores y los diferentes grupos de interés de orden nacional e internacional como académicos, estudiantes y la sociedad en general.
“Para ello es necesario que la calidad de las publicaciones de la U.N. sean rigurosas en sus parámetros de evaluación académica, que cuenten con formatos preestablecidos a partir de un análisis de nicho temático, grupo de interés y finalidad del texto, así como formatos de propiedad intelectual previamente definidos y protocolizados”, expresó Óscar Fernando Castellanos Domínguez, director de la Editorial U.N.
En este sentido, se deben tener recursos para su producción, bien sea en papel o medios virtuales. Igualmente, se deben respetar y acoger los códigos de manejo institucional y establecer una lógica estratégica para sus procesos de distribución y difusión.
“Por último, es primordial que las publicaciones vayan ligadas a acuerdos éticos mínimos según las respectivas disciplinas en lo referente a contenidos que sean pertinentes para las comunidades académicas y las necesidades del país”, manifestó Castellanos Domínguez en su visita a la Sede Manizales.
Además de los pilares de la política editorial, durante la visita se socializó un acuerdo común referente al manejo de los contenidos y su divulgación en los diferentes medios, para consolidar la forma administrativa como se va incorporar en los libros, revistas y otras publicaciones.
Durante este espacio, apoyado por personal de la Dirección Nacional de Bibliotecas de la Sede Bogotá, se buscó la construcción de mecanismos conjuntos de comunicación, de tal modo que las mejores prácticas de cada sede puedan ser trasferibles y permitan optimizar los procesos editoriales y bibliotecarios.
(Por:Fin/amej/sup/jcrf)