Manizales, Oct. 21 de 2013 - Agencia de Noticias UN- En la U.N. se mejoró la propiedad lubricante y anticorrosiva del disulfuro de tungsteno, material usado en la industria aeroespacial por su capacidad para evitar desgastes en las piezas de los motores.
El disulfuro de tungsteno (WS2) es un material que resulta de la mezcla de dos elementos (azufre y tungsteno) que unen sus cualidades para reducir la fricción, es decir, el roce que produce desgaste entre dos superficies como son las piezas metálicas de una máquina, a tal punto que puede compararse con el efecto de deslizamiento del hielo sobre una superficie lisa.
Este material ha sido empleado en la industria aeroespacial por su buen desempeño en ambientes extremos de alta temperatura y presión, como los que deben soportar las máquinas que son enviadas al espacio.
En estas condiciones ambientales, los lubricantes basados en aceites o líquidos fallarían porque pueden sufrir degradaciones o pérdida de sus propiedades, generando el deterioro de las piezas.
Con base en este material, Jhonatan De la Roche, estudiante de Maestría en Ciencias-Física de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales e integrante del Laboratorio de Física del Plasma, insertó titanio al disulfuro de tungsteno para mejorar su desempeño como lubricante.
Igualmente, se evidenció que con un alto contenido de titanio el material mejora su respuesta ante la corrosión, es decir, que evita su deterioro al entrar en contacto con condiciones ambientales extremas como alta temperatura, presión, humedad y diferentes componentes químicos.
“Este efecto se logró gracias a que el titanio ayuda a la densificación del bisulfuro y genera una capa protectora; con altos porcentajes de titanio hay una formación de un nanocompuesto lo cual implica la potencialización del material, dadas las sinergias entre los elementos que aprovechan las propiedades individuales para trabajar en conjunto”, expresó el investigador.
Estos estudios se realizaron en conjunto con el Laboratorio de Recubrimientos Duros y Aplicaciones Industriales de la Universidad del Valle y el Laboratorio CART de la Universidad de North Texas en Estados Unidos.
(Por:Fin/amej/sup/jcrf)