Manizales, Nov. 13 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Todavía no se dimensiona el impacto real de la implementación de tecnologías de base informática y la producción flexible en las organizaciones. Su potencial y beneficios están subvalorados.
Hernán Cornejo –ingeniero y psicólogo organizacional argentino invitado a la Universidad Nacional de Colombia en Manizales para actualizar saberes con la comunidad académica del área de Administración de Sistemas Informáticos– advirtió de un cambio bastante radical en el enfoque tradicional sobre la aplicación de tecnologías.
“Habitualmente, la forma en que se desarrollan los sistemas dentro de las organizaciones no respetan las interrelaciones que se generan tanto a nivel estructural como cultural, lo cual afecta su rendimiento. Por tanto, el propósito es evaluar previamente las dimensiones de la gestión, la misión, la visión, y en función de eso adaptar una estrategia tecnológica acorde con los fines definidos”, manifestó el investigador argentino.
Desde estas precisiones, el concepto actual del proceso de implementación de apropiaciones tecnológicas en las organizaciones busca sistematizar el futuro de la organización, y no como se ha venido realizando bajo la idea de replicar los procesos presentes en un sistema informático; la tendencia es proyectar a futuro cómo va estar la organización y en función de eso desarrollar los sistemas.
Adicional a este aspecto, también se incluye la tecnología de producción, pues ha cambiado la forma tradicional de consumo masivo con el cual las plantas industriales tenían ritmos muy estables de producción, a una tendencia que puede variar rápidamente al marketing personalizado para adaptarse a las demandas de los clientes, lo cual reclama una flexibilidad muy fuerte en los desarrollos tecnológicos.
“En esta instancia se ha hecho mucho hincapié en el componente de implementación, donde erróneamente se parte de la base que una tecnología tipo se puede aplicar en una organización tipo sin considerar las condiciones particulares de la organización”, expresó el ingeniero.
Sumado a ello, este experto afirma que la implementación de tecnología en las organizaciones no puede realizarse simplemente por estar a la vanguardia, la falta de estudios previos para comprender las particularidades de cada organización afecta el rendimiento de los sistemas y ocasiona gastos innecesarios para las entidades.
“Por lo general, la implementación de un sistema puede ser onerosa, por tanto es vital identificar cuáles son las demandas reales de la organización y trabajarlas a través de un sistema que capitalice los retornos de la inversión tecnológica, y en el caso de pequeñas y medianas empresas (Pymes) implica una inversión muy importante por lo cual deben cerciorarse que realmente impacten y se aproveche de manera significativa todo este potencial para su desarrollo”, puntualizó.
Incluso en las pequeñas y medianas empresas se debe poner aun mayor atención, porque hay una tendencia a consumir sistemas de información diseñados para otras entidades que no respetan su idiosincrasia y condiciones culturales, tarea que se complejiza en las Pymes por falta de formalización de procesos haciendo que sea más difícil la sistematización.
(Por:Fin/amej/sup/jcrf)