Manizales, nov. 28 de 2013 - Agencia de Noticias UN- No existen profesiones específicas llamadas a construir empresa. Sin embargo, desde la Ingeniería Química se puede aportar a la construcción de nuevos procesos que generen competitividad.
Aportes como la investigación para la reutilización de materiales y la valoración de residuos, son tan solo algunas de las otras vocaciones en las cuales el ingeniero químico puede desarrollar su ingenio creativo y ofrecer un valor agregado a productos ya existentes.
Sobre este tema se enfocó la conferencia ofrecida por el programa curricular de Ingeniería Química de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales, con la cual se buscaba ofrecer a los estudiantes del pregrado herramientas para la construcción de su perfil profesional.
Uno de los invitados fue Luis Elberto Martínez Arias, gerente general de la empresa Ingeniería y Consultoría en Procesos (ICP) y representante de la Asociación Colombiana de Ingeniería Química capítulo Caldas, quien afirmó: “Debemos enfocarnos y dar una nueva visión a los ingenieros químicos para que conozcan las alternativas con las cuales pueden aportar al mejoramiento de la competitividad en el país y a generar empresa dentro de su ejercicio profesional”.
Otro invitado al Seminario de Competitividad fue Fabio López, presidente de la Confederación Interamericana de Ingeniería Química y vicepresidente de la Asociación Colombiana de Ingeniería Colombiana, quien expresó que para construir un perfil adecuado se debe tener presente el contexto del país donde el profesional se educa y en el que trabajará.
“Cada país tiene su propio perfil de necesidades y sus posibilidades. Hay negocios en los que los ingenieros químicos no se deben meter porque están lejos de la capacidad de volverlos exitosos, sin embargo hay negocios en los que sí lo pueden hacer, basados en los recursos naturales y los costos de la energía en los mercados presentes”, expresó el presidente de la Confederación Interamericana de Ingeniería Química.
Asimismo, comentó que el ingeniero químico no debe ser un ingeniero de pequeños espectros, sino uno que conozca desde la generación de materia prima hasta la comercialización, los proyectos de factibilidad del país y la recuperación de materiales indeseables, ya que “es la única profesión capaz de transformar la materia siempre de forma rentable”.
Con respecto al asunto de si la educación impartida en las universidades está actualizada frente a la demanda que exige el medio, ambos expertos afirmaron que desde la academia se pueden promocionar espacios para que exista mayor interacción e intercambio de experiencias entre el egresado y el estudiante.
“Definitivamente, el contacto entre la academia, los egresados y los estudiantes en este tipo de espacios, brinda una idea de hacia dónde la universidad debe enfocar esos esfuerzos, de modo que ayuden a que tengamos mejores profesionales”, argumentó Martínez Arias.
“La universidad imparte muy buen conocimiento e información, sin embargo se aleja por momentos de la realidad nacional, porque muchas veces el estudiante vive detrás de lo que dicen los libros y deja a un lado contextos tan importantes como la actualización”, dijo Fabio López.
Para finalizar, los conferencistas felicitaron al programa curricular por generar este tipo de espacios y abrir sus puertas para que los estudiantes se familiaricen con el mundo laboral que les espera y por actualizar al cuerpo profesoral en temáticas que hoy en día son el motor para el desarrollo empresarial e industrial.
“Los estudiantes de últimos años deben tener mayor acogida por parte de las empresas que los recibirán para ayudarle a concluir su carrera. Esto les sirve para aterrizar en la realidad del país en el que viven, pues la mayoría de las veces salen de la universidad con un poco de nubes en la cabeza sin despejar y en la calle a veces tienen sorpresas cuando el mundo es diferente al que ellos se imaginaban”, puntualizó el presidente de la Asociación Colombiana de Ingeniería Química.
(Por:Fin/FLPV/sup/AC)