Manizales, Jan. 09 de 2014 - Agencia de Noticias UN- Las problemáticas ambientales se abordan casi siempre a partir de una concepción biologista. Desde la perspectiva de la complejidad, dar soluciones efectivas requiere un análisis integral que involucre un conjunto amplio de disciplinas.
Su aplicación podría darse en temas como el crecimiento de una ciudad, la organización de una megalópolis, la gestión del transporte público y los residuos sólidos o aspectos de la calidad del aire, entre otros.
Así lo afirmó Luis Arturo Rivas Tovar, profesor mexicano invitado a la Universidad Nacional de Colombia en Manizales para aportar sus saberes a la comunidad académica.
Según el experto, este tipo de problemas son asunto de la complejidad; es decir, involucran disciplinas que normalmente no se estudian de manera integral, sino que están dispersas en campos especializados entre los cuales se encuentran aspectos legales y económicos, formas de organización, sistemas políticos, educativos, culturales y de integración social, así como un componente internacional.
Desde este punto de vista, Rivas Tovar propone retomar este conjunto de saberes en un modelo que los integre con los elementos esenciales del enfoque de sistemas complejos para encontrar soluciones de gestión ambiental.
Entre los aspectos considerados por el profesor mexicano para comprender la complejidad con relación a la solución de los problemas actuales, se cuentan el caos, la autoorganización, la emergencia, la lógica de redes, la jerarquía, la adaptabilidad y la autopoiesis, entre otras.
“En el panorama ambiental la autopoiesis se refiere a esa tendencia humana a preservarse a sí mismo o a sus congéneres, tal como el instinto protector de una madre a un hijo”, señaló.
Por su parte, la autoorganización rompe esquemas tradicionales de jerarquía que enseñan que debe haber un jefe y subalternos, pues se ha evidenciado que los sistemas que mejor funcionan son aquellos donde todos se ponen de acuerdo para realizar funciones según sus capacidades”, indicó el docente del Instituto Politécnico de México.
En la historia de la evolución se ve cómo los sistemas complejos se van adaptando a los nuevos entornos y cuando no lo consiguen desaparecen, solo sobreviven las especies que lo hacen; lo mismo le sucede en el mundo económico a las empresas que no logran adaptarse a los cambios tecnológicos y a las demandas del entorno.
Según manifestó el investigador, estos elementos propios de los sistemas complejos también se dan en la naturaleza y la sociedad. “Siempre hay ciclos de caos y orden. Los sistemas ordenados se vuelven caóticos en algún momento, como las extinciones masivas que ha vivido el mundo o las recientes protestas sociales en diversos países, donde también se observa el factor de emergencia, es decir, una conducta espontánea que puede crecer o decrecer, tomar comportamientos impredecibles, generar revolución y luego un nuevo orden”.
Desde la gestión ambiental también se requiere entender cómo funcionan las redes naturales y sociales, así como sus jerarquías, y encontrar los aspectos que se refieren a un orden oculto dentro de los temas caóticos, por ejemplo, cómo el aleteo de una mariposa puede cambiar el curso de un huracán.
La mayoría de estos aspectos son estudiados por científicos, pero según precisó el experto es muy relevante caracterizarlos y comprenderlos desde áreas administrativas en las cuales los abordajes poco se relacionan con sistemas complejos. Dado que estos elementos se reflejan en la sociedad, pueden aplicarse en la búsqueda de soluciones a distintas problemáticas”.
(Por:Fin/amej/sup)