Manizales, feb. 11 de 2014 - Agencia de Noticias UN- Un estudio de la U.N. enfocado en empresas de la capital caldense confirmó la falta de interés de las entidades por capacitar a sus empleados en temas relacionados con la el crecimiento personal.
Partiendo de las tendencias actuales en la gestión del talento humano, Yiddish Gahona Rodríguez, estudiante de Administración de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales, indagó sobre las políticas de capacitación y desarrollo personal en organizaciones del sector metalmecánico de la ciudad, uno de los de mayor tamaño y que más ingresos genera al departamento.
“Los conceptos modernos de administración reconocen que las personas representan la diferencia competitiva que mantiene y promueve el éxito organizacional. Por otro lado, las tecnologías, la infraestructura, los productos y demás, se pueden replicar, pero el conocimiento y apropiación de cada persona es lo que hace única a cada institución”, expresó Gahona Rodríguez.
Desde este principio, el estudio se enfocó en lineamientos que contemplan que, más allá de generar productos y servicios, se debe apostar a las personas que los conocen y saben cómo crearlos.
Se plantea que al igual que se invierte en los clientes, se debe invertir en las personas que los atienden y les sirven. En este sentido, estos conceptos conducen a hablar, ya no de administración, sino de estrategia de recursos humanos donde los empelados son vistos como activadores inteligentes de los recursos organizacionales y socios de la organización.
“En las empresas analizadas se encontró que la gran mayoría capacita a los empleados focalizándose en las responsabilidades del cargo. Por lo que se desconoce que la formación en otros aspectos que fortalecen su ámbito personal es un insumo para impactar de manera positiva en sus labores”, precisó el estudiante de la U.N.
En el estudio se observó que la formación se concibe como un simple entrenamiento para cumplir una función. Las capacitaciones en otros temas no interesan porque no se ven como soporte para fortalecer el trabajo.
“En las empresas existe un paradigma que es difícil romper, lo cual se convierte en un reto para los administradores, más aún desde las incompatibilidades que plantea la estructura económica y política del país”, puntualizó.
El estudiante concluyó que es necesario seguir trabajando en la gestión del talento humano desde un componente ético que brinde mayores aportes al desarrollo personal del empleado.
(Por:Fin/amej/sup/AC)