Manizales, feb. 13 de 2014 - Agencia de Noticias UN– Con la motivación de generar un mayor reconocimiento del rol desempeñado por integrantes del Programa Guardianas de la Ladera, en la U.N. se realizó un proceso de empoderamiento enfocado en políticas de género.

Estudiantes de Gestión Cultural y Comunicativa de la Sede Manizales emprendieron un proceso de toma de conciencia en las integrantes del programa Guardianas de la Ladera, respecto a las políticas de discriminación femenina, sus derechos y su rol como jefas de hogar.

“Este Programa, realizado desde hace 10 años en Manizales, tiene la particularidad de trabajar con población vulnerable: mujeres jefas de familia, quienes desempeñan labores que generalmente son destinadas a los hombres, como limpiar montes, usar herramientas pesadas, machetear, rozar y ejercer el cuidado de laderas y parques de la ciudad”, informó Laura Victoria Carmona Mejía, estudiante de Gestión Cultural y Comunicativa de la U.N. en Manizales.

Natalia Zambrano Duque, integrante del equipo investigador, asegura que en este contexto, hubo que profundizar en el conocimiento sobre las prácticas, las historias de vida y la perspectiva de mundo que tienen estas mujeres, para evidenciar cómo asumen su construcción de género frente a un trabajo que está destinado a los hombres por una condición física que supone mayor fuerza.

Para ello, tuvieron un acercamiento interpersonal mediante el diálogo y la expresión corporal, en un ambiente de confianza y apertura a las percepciones del mundo que ellas tienen. Se analizó la construcción de las diferentes formas de feminidad que conducen a la creación de políticas de salvaguardia para las mujeres que se enfrentan con un sistema excluyente.

“Igualmente, buscamos reivindicar la importancia de su labor ambiental y de prevención del riesgo de deslizamiento de tierra a partir del mantenimiento de obras de estabilidad”, indicó Vanessa Cortes Marulanda, estudiante de la Sede Manizales.

En este marco de acción, donde tiene lugar el componente ambiental y social, la Gestión Cultural y Comunicativa conduce a la creación de lazos con la comunidad inmediata. Allí las jóvenes se identifican como agentes responsables para generar procesos en los que el reconocimiento de la diversidad contribuya a la construcción de una ciudadanía más consciente de la salvaguardia de sus derechos en igualdad de condiciones.

“Como apoyo para lograr un mayor empoderamiento, diseñamos plegables que contenían la enumeración de sus derechos y los puntos de atención en la ciudad a los que pueden acudir en caso de considerar que han sido víctimas de vulneración”, manifestó Laura Patricia Vargas Arango.

(Por:Fin/AMEJ/CAPG/AC)