Manizales, mar. 05 de 2014 - Agencia de Noticias UN- El país tiene grandes debilidades en la definición de metodologías adecuadas para hacer zonificaciones de amenaza, vulnerabilidad y riesgo. También se carece de información útil, disponible y de fácil acceso para avanzar en el conocimiento del riesgo.
Manizales, durante la sesión de Debates UN “Riesgo y Gestión del Riesgo: su relevancia en el Ordenamiento Territorial”, realizada en la Universidad Nacional de Colombia en Manizales.
El debate –que hace parte de los espacios de socialización creados por la Unidad de Medios de Comunicación (Unimedios) de la U.N.– se desarrolló a partir de la premisa “la gestión del riesgo no es un obstáculo ni un problema sino un agente para los procesos de desarrollo”.
Tanto para el ordenamiento territorial como en los ámbitos económico, ambiental, social y cultural, la gestión del riesgo se convierte en uno de los procesos más importantes para avanzar en proyectos, estudios y/o convenios que propendan por mejorar la calidad de vida de una comunidad.
Así lo expresaron los expertos panelistas que se dieron cita en la Sede Manizales para analizar qué inclusión tiene la gestión del riesgo en el POT y cuál es su relevancia en el mismo. Entre ellos, Juan David Arango Gartner, gerente de Aguas de Manizales; Doris Suaza Español, asesora del Fondo Adaptación; y Freddy Leonardo Franco Idárraga, director del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la U.N. en Manizales; en compañía del moderador, profesor e investigador Omar Darío Cardona Arboleda.
De acuerdo con Arango Gartner, estas debilidades deben ser atendidas por las entidades lideradas desde la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, con participación fuerte de los ministerios de Vivienda, y de Ambiente y Desarrollo Sostenible, así como en el orden regional de las Corporaciones y de los municipios. “Es necesario fortalecer estos temas, tomar decisiones y herramientas útiles que permitan que esto no se vea como un problema que genera recursos, sino como una posibilidad para el desarrollo de las comunidades”.
Emergencia y prevención
Por su parte, el profesor Omar Darío Cardona –moderador de Debates UN– afirmó que al hablar de desastres y de riesgo en el país es común que se relacione o confunda con la respuesta a emergencias. Es decir, la prevención de desastres y la gestión del riesgo se entienden como una respuesta de grupos operativos, de logística y de respuesta que, aunque juegan un papel muy importante porque son quienes responden en momentos de crisis, no definen lo que es la gestión del riesgo.
“Lo anterior contrasta con lo que buscamos en la gestión del riesgo, que es no esperar a la ocurrencia del evento sino anticiparse al problema. Un cambio paradigmático fundamental que es no solo prepararse para atender el desastre sino adelantarse, prever con anticipación lo que poda llegar a ocurrir justamente para tratar de intervenir en la parte latente del desastre, es decir, en la parte previa”, explicó Cardona Arboleda.
Descentralización
Otra de las apreciaciones de los panelistas se relaciona con la descentralización de los lineamientos o normas a partir de los cuales muchos de los municipios del país no tienen el recurso humano ni técnico para hacerlo, o que no son aplicables a los riesgos que se presentan en determinada zona.
“En Colombia se gastan cantidades de dinero en obras de control y mitigación y muchas de estas no han sido lo suficientemente evaluadas ni miradas dentro del entorno espacial de cada región, ya que solo responden a una necesidad generada desde la ingeniería, creyendo que al construir muros o diques se encuentra la solución. Es una confianza a ciegas que las mismas personas le tienen “al muro” sin comprender que la amenaza sigue latente”, expresó el profesor Freddy Leonardo Franco Idárraga, director del IDEA de la Sede Manizales.
Planificación territorial
A partir de lo presentado por la geóloga Doris Suaza Español, asesora del Fondo Adaptación, el reto actual entre instituciones, corporaciones, entes gubernamentales y academia, entre otros, es pensar en cómo incorporar el componente de riesgo en el ordenamiento territorial o en la ordenación de cuencas, cómo apuntarle en el país a que no se generen nuevas condiciones de riesgo.
Asimismo, Doris Suaza señaló que la gestión del riesgo y su incorporación en el ordenamiento del territorio debe darse como un instrumento para evitar la generación de nuevos riesgos. Sin embargo, no hay metodologías ni estándares y es indispensable contar con ellos.
Esto, a pesar de que la Ley 388 de 1997 es la que plantea que en los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) se incorporen como determinantes, las amenazas y riesgos.
“Es importante que esa estandarización de metodologías se lidere desde la Comisión de Conocimiento del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, para que tanto departamentos como municipios puedan usar la información que les sería útil para tomar decisiones en el tema de ordenamiento del territorio desde el punto de vista de seguridad”, concluyó Suaza.
Retos
Entre los retos planteados en el debate se definieron los siguientes: tener un análisis complejo de riesgos, ver la gestión del riesgo como un beneficio, gestionar el riesgo desde las necesidades y vulnerabilidades de cada región, y no cumplir con las acciones de gestión de riesgo como un requisito o como algo impuesto.
“Este debate nos ha permitido ser críticos e ilustrar que hay unas dificultades. Hemos hablado de una gran cantidad de factores y acciones que implican gobernabilidad. Anticiparse es lo que justamente debe hacer un gobernante, porque gobernar es anticiparse”, puntualizó el experto Omar Darío Cardona.
(Por:Fin/FLPV/sup)