Manizales, may. 30 de 2014 - Agencia de Noticias UN- Alrededor de 7.500 millones de pesos se convirtieron en un costo de transacción para Caldas, debido al atraso en el funcionamiento de la Zona Franca, previsto para hace tres años.

Esta es una de las conclusiones del proyecto de investigación en competitividad empresarial y negocios internacionales realizado por Óscar Eduardo Meza Aguirre, docente e investigador en el área de Administración de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales.

A través de una ponencia, el docente presentó un diagnóstico de las oportunidades y desafíos de esa zona franca, así como una medición en cuanto a la distribución de valor, con respecto a cuánto cuesta ese retardo temporal para la Zona Franca de no entrar en vigencia en el departamento de Caldas. “Es decir, cuánto dejamos de sumarle al PIB de Caldas por el hecho de que no esté funcionando esa zona”.

El profesor expresó que de esos 7.500 millones de pesos que se transformaron en un recurso interno que no ha tenido salida al mercado para encontrar productos y servicios (costo de transacción), no existe aún ni un doliente ni un sancionado.

“Es un costo de transacción que como muchos otros los asume la sociedad, pero sí significa un retroceso, una tarea pendiente dentro de los propósitos de competitividad que tiene el departamento”.

La investigación permitió determinar, igualmente, otras dificultades. Por ejemplo, que solamente se encuentre vendido el 30% del proyecto y que al ser financiado por entidades públicas se pueda llegar a politizar la estructura administrativa de este.

“Seguramente los gerentes que han estado han sido y son muy buenos. Sin embargo, se sugiere que se contrate un gerente que haya vendido o financiado una zona franca”, agregó Meza Aguirre.

Por otra parte, la ubicación actual –en plena zona industrial de la capital caldense– presenta complicaciones climáticas que trascienden en la demora de construcciones dados los continuos desplazamientos.

El proyecto de la Zona Franca de Manizales nació en el 2007 como un acuerdo entre Infi-Caldas e Infi-Manizales, encargados de poner el 50% de los recursos para sacar adelante esta idea.

“Como tuve la oportunidad de participar en el proceso, siempre afirmé que la elección del lugar no era la correcta, ya que se encontraba muy alejada del espacio donde se tiene estipulado el aeropuerto de Manizales, competencia de infraestructura que necesitamos”, explicó el autor de la investigación.

Esta presentación fue reconocida como mejor ponencia en el tema de Desarrollo Regional y Sustentabilidad pero, además, se trata de un documento compartido con las entidades, con los actores interesados como departamento, municipio y los gremios, para tomar medidas al respecto.

(Por:Fin/FLPV/sup)