Manizales, jul. 02 de 2014 - Agencia de Noticias UN- Los conceptos de biopoder, bioética y biopolítica producen cambios en el pensamiento ambiental que deben modificarse por el bien de la biodiversidad.
El “Grupo de investigación en pensamiento ambiental” de la U.N. Sede Manizales, dirigido por la profesora Ana Patricia Noguera, desarrolló una investigación que buscaba la posibilidad de enfocar el pensamiento ambiental hacía el respeto por la vida y la biodiversidad.
“Durante la investigación encontramos que existe una relación de tensión entre el desarrollo sostenible y el medioambiente, pues cada uno jala hacia su lado, hasta que encuentran un equilibrio momentáneo que termina por romperse, lo que conlleva a la pérdida del respeto por la vida”, argumenta Noguera.
La profesora explica que esta preocupación nació en la Universidad Nacional de Colombia con el profesor Augusto Ángel Maya, en 1987, año en el que se empezó a criticar el modelo planteado por el Informe Brundtland sobre biopolítica.
“El Biopoder plantea convertir la tierra en mercancía, es decir, es el poder sobre la vida para fines mercantiles”, indica.
La investigación adelantada desarrolla una serie de ideas que permiten diferenciar el pensamiento del Primer Mundo, frente al del Tercer Mundo.
“El de Europa y Estados Unidos corresponde a unas necesidades económicas que pretenden apropiarse de nuestros recursos naturales”, explica la profesora.
Sin embargo, se han desarrollado alternativas que buscan asumir una actitud crítica frente a la manera como se explota la tierra, la naturaleza y la vida para fines industriales de las multinacionales de energía, petróleo, alimentos y minería.
“La idea es conservar los recursos naturales para las generaciones futuras, educar a la gente para que los conserve y convocarla hacia el desarrollo sostenible”, asegura.
Asimismo, basándose en teorías de Michel Foucault y estudiando a fondo el Informe Brundtland sobre los conceptos de biopoder, bioética y biopolítica, la investigación enfatiza que el pensamiento ambiental en la aldea global basa sus cimientos en el control de los procesos de la vida para fines de producción industrial.
“Las teorías de Michel Foucault develan unas verdades que estaban ocultas y que sirven a la política de la vida con fines comerciales más que de conservación”, amplía la investigadora.
El grupo de investigación espera continuar realizando este tipo de iniciativas con el reto de modificar la visión de los estudiantes: “El problema es que todos creemos que si no estamos en el desarrollo, quedamos por fuera. Eso lo han dicho importantes políticos a nivel mundial, como el presidente estadounidense Harry Truman, tras acabarse la Segunda Guerra Mundial”, comenta Noguera.
La profesora califica este planteamiento como incómodo, pues se trata de una crítica contra el desarrollo impulsado por políticas de gobierno, como las locomotoras. “Incomoda porque en las universidades, la gran mayoría de las investigaciones son para explotación, desarrollo industrial y sostenible”.
Ante la dificultad de quitar el imaginario del desarrollo sostenible, Noguera propone trabajar y estudiar comunidades indígenas, con el fin de aprender de ellos. “Para que los estudiantes tengan la capacidad de pensar diferente, reciban otro pensamiento distinto y desplieguen una mirada crítica”, concluye.
(Por:Fin/MLIA/dmh/AC)