Manizales., jul. 08 de 2014 - Agencia de Noticias UN- Estudiar el impacto en la calidad de la potencia al recargar las baterías de los vehículos eléctricos es el objetivo principal de un proyecto que adelantan investigadores de la Sede Manizales.
Pese a que la mayoría de las investigaciones sobre vehículos eléctricos se centra en su aumento de consumo, el grupo en “Calidad de la energía y electrónica de la potencia” (GICEP) de la Sede Manizales le apuesta a estudiar la calidad de la potencia en las baterías. De esta manera, monitorean qué tipo de energía se requiere para su uso en cuanto a regulación, normativa, economía y modelado, entre otros.
“Recargar esas baterías tiene ciertas dificultades técnicas, pues trabajan con corriente continua (siempre pasando) y la red de distribución es de corriente alterna (oscilante). La transformación de ese tipo de energía hacia la batería incluye el cargador que podría construirse con diferentes tecnologías”, explica Óscar Andrés Ruiz Guzmán, estudiante investigador del proyecto.
Entre las tecnologías mencionadas por el joven investigador se encuentran desde la más básica (que presenta ahorro en costos pero deterioro en la calidad) hasta la más avanzada (alto costo con características que no deterioran la calidad de la potencia).
“Los fabricantes reportan algunos equipos que a su potencia máxima (consumo nominal) pueden consumir cierta fuerza, pero cuando se realizan las medidas en laboratorio, teniendo en cuenta todos los parámetros de calidad, el consumo es mucho mayor al reportado”, comenta Ruiz Guzmán.
Un ejemplo de ello son las lámparas fluorescentes, las cuales según el fabricante reportan 20 vatios de consumo y cuando se realiza la medida, el consumo aumenta de 100 a 150 voltiamperios, una diferencia notoria entre los valores.
“Por eso es muy importante hacer una investigación exhaustiva para saber qué nuevos retos va a traer la inclusión de una nueva tecnología en el mercado de la energía eléctrica”, comentó.
Asimismo, agregó: “Se debe tener en cuenta que debido al creciente pensamiento verde, las sociedades están adquiriendo una alternativa promisoria como el vehículo eléctrico. Sin embargo, en Colombia planificamos que la incursión de este vehículo se va dar en distintos porcentajes, hasta llegar a una penetración completa. Lo que no sabemos es si la red colombiana eléctrica va a estar preparada para esa incursión”.
Una de las razones ofrecidas por Ruiz Guzmán es que la red actual está diseñándose sobre el consumo habitual de los usuarios, con una proyección de 10 a 15 años.
Por ejemplo, “en un conjunto residencial de 25 personas, 10 podrían llegar a tener vehículo eléctrico y el consumo va a subir, además, la calidad de la energía podría representar un aumento mayor”, amplía.
El vehículo eléctrico representa toda la carga de consumo de una casa, es decir, entre cuatro y cinco kilovatios, y la capacidad de una batería oscila entre 7 y 15 kilovatios.
La investigación también busca generar una metodología de conexión de los vehículos eléctricos, aportar a la formulación de normatividad para Colombia y evaluar el impacto de otras tecnologías como las energías renovables.
El proyecto se realiza mediante la convocatoria al fomento de la innovación y la investigación 2013-2015 que realizó la U.N., bajo la tutoría del profesor Armando Ustariz, director del grupo GICEP. Además se adelanta un trabajo con el grupo de investigación en Redes de Distribución y Potencia (GREDyP), dirigido por el profesor Eduardo Cano.
(Por:Fin/FLPV/dmh/AC)