Manizales, jul. 21 de 2014 - Agencia de Noticias UN- Tras los inicios de la aviación en el país, el grupo de investigación de Estudios del Patrimonio Arquitectónico, de la U.N. Sede Manizales, se encuentra a cargo del proyecto de extensión del museo aeronaval.
En las instalaciones actuales de la Escuela Naval de Suboficiales existen unos hangares (lugares utilizados para guardar aeronaves) que están por cumplir su primer centenario.
Se trata de la infraestructura original que corresponde al hidropuerto de Veranillo, donde nació la Sociedad Colombo Alemana de Transporte Aéreo (Scadta). “Es el lugar donde empieza la aviación, no solamente en Colombia sino en toda Latinoamérica”, indica el profesor y arquitecto, Juan Pablo Duque.
Gracias a que esta compañía nació en 1919, el lugar fue declarado de interés cultural de carácter nacional. A pesar de que tuvo dos o tres modificaciones, sigue conservando su estado original. “Los hangares se encuentran en buenas condiciones porque están en instalaciones militares. La dirección de la escuela y la Armada Nacional se han encargado de que se mantenga así”, explica Duque.
A través de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo, diferentes grupos vienen desarrollando proyectos de extensión que repercuten en la sociedad. Sus investigadores estudian proyectos arquitectónicos que gozan de interés social, histórico y patrimonial.
Actualmente, cuatro estudiantes de pregrado y tres de maestría se encuentran vinculados al proyecto en la etapa de levantamiento. En común acuerdo con la Armada Nacional, se ha realizado la logística necesaria para el alojamiento de los estudiantes en la Escuela Naval.
Externos contrataron a la Universidad Nacional de Colombia para desarrollar proyectos en los cuales participan profesores en calidad de expertos en el tema y estudiantes como asistentes.
“A Veranillo hay que implementarle un plan especial de manejo y protección que involucre una estrategia de conservación y no solamente de restauración”, argumenta el docente.
Una de las iniciativas apoyadas es la creación de un museo aeronaval.
Las propuestas son presentadas por estudiantes y puestas a consideración de los profesores. El proceso de levantamiento, tanto bidimensional como tridimensional, representa el insumo más valioso que tienen hasta el momento.
El siguiente paso es realizar una investigación histórica exhaustiva para responder a las expectativas museográficas contemporáneas. Por ahora, los participantes deberán encargarse de las fachadas e instalación exterior.
Veranillo se encuentra ubicado entre la vía 40 y el río Magdalena, con una condición particular infortunada, pues, como lo declara Duque, “el brazo del afluente, donde llegaban los aviones después de aterrizar, no existe, está drenado. Entonces ya no hay una relación directa con el río, que está a 600 metros de distancia”.
Con la apertura del museo, se conmemoraría el centenario de la Primera Guerra Mundial y los remanentes de su finalización, incluyendo pilotos que llegaron a impulsar la estrategia de aviación comercial de correo.
“Hay que emprender un proyecto en el que no se opaque el valor de los hangares y las edificaciones, sino que muestre, de manera multimedia, aspectos esenciales de la aviación en Colombia y Latinoamérica”, concluye el arquitecto.
(Por:Fin/MLIA/MLA/AC)