Manizales, ago. 25 de 2014 - Agencia de Noticias UN- Las condiciones de vulnerabilidad a las que se exponen los territorios de invasión no son resultado solamente de las amenazas por riesgos naturales. Así lo determinó una investigación de la U.N. Sede Manizales.

Como parte de su tesis de la Maestría en Hábitat, el administrador ambiental Juan David Céspedes realizó un estudio sobre la construcción social de la vulnerabilidad en el barrio El Cortés (Pereira), basado en un análisis histórico.

Dicha zona, con una historia de 40 años, ha estado especialmente amenazada por fenómenos hidrológicos y geotécnicos. No obstante, también están presentes variables socioeconómicas como desempleo, relevo generacional (población inactiva a futuro), nivel educativo e inseguridad.

“Es necesario desarrollar herramientas que permitan dar una medida que no solamente considere lo físico-espacial (como describir el lugar en riesgo donde está ubicado el barrio) sino también otros aspectos menos tangibles, como los socioeconómicos y culturales”, explica Céspedes.

La investigación reunió tres elementos que determinan la construcción social de la vulnerabilidad. Primero se realizó un recorrido histórico de la configuración del barrio, que permitió descubrir cuáles fueron los desastres ambientales que influyeron en la percepción de sus habitantes y cómo esta situación generó respuestas por parte de la comunidad y de las instituciones con el fin de dar una solución.

Para ello, el investigador recopiló los diferentes sucesos que configuaron el territorio desde su fundación y diseñó una metodología para evaluar el riesgo y proyectar escenarios a futuro, como el reasentamiento de la población sin quebrantar la cohesión de los habitantes y trabajando en los factores de configuración social más importantes que ayudan a que la dinámica de configuración social sea diferente y favorable.

La metodología tiene bases matemáticas, además de un componente analítico de las variables que definen la vulnerabilidad del territorio que se construye socialmente.

“Hay elementos que traen los habitantes porque socioeconómicamente están en una posición desfavorable, entonces no es solamente el territorio o la amenaza, sino las personas que llegaron a configurar su barrio”, indica Céspedes.

Según la oficina de Control Físico de la Alcaldía de Pereira, existen al menos 20 zonas de invasión con alto riesgo de amenazas naturales en algunos sectores de Pereira. Este es el caso de Samaria, El Danubio, Monserrate, Veracruz, La Platanera, La Dulcera, El Dorado y Rocío Bajo, entre otras que se ubican en la cuenca del río Consota.

Contexto histórico

En 1995, El Cortés tuvo su máxima de población con aproximadamente 800 personas. Para el siguiente año, ocurrió una inundación que perjudicó notoriamente las viviendas en casi todo el sector de la cuencua, especialmente las del barrio.

Para ese momento, existían viviendas en mampostería y unas cuantas se conservaban en sus materiales originales (guadua, bareque), las cuales se vieron afectadas, incluso destruidas totalmente.

El terremoto de 1999, que afectó en su mayoría a la región cafetera, fue determinante para que la gente de El Cortés entendiera el riesgo en que se encontraba.

(Por:Fin/MLIA/dmh/AC)