Manizales, sep. 01 de 2014 - Agencia de Noticias UN- La manera en que están dispuestos los objetos en la casa, su decoración y la coreografía de las personas al recorrerla reflejan intimidad. Así lo concluyó una investigación de la U.N. Sede Manizales.
Partiendo de conceptos como hábitat, habitar y hábito, Diego Rodrigo Echeverry realizó su tesis de maestría titulada “Correlatos de hábitat: tránsitos por la intimidad y la resistencia”, a partir de la interpretación fenomenológica y simbólica de la concepción que el ser humano tiene de la casa.
Para ello, este realizador audiovisual y estudiante de la Maestría en Hábitat de la U.N. Sede Manizales estudió la casa como el principio de las cosas, es decir, desde su interior.
También analizó las viviendas “construidas” por Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Gabriel García Márquez en algunos de sus textos, así como las consecuencias de tener una casa y habitarla.
En sus tres capítulos, la tesis se refiere a la tierra como un hábitat fundamental y mítico, en el que la cultura ha escrito diversas maneras de habitar.
“En ese transcurso constaté que concebir el hábitat como propiedad es una de las causas de la penuria y la crisis del habitar, porque la casa no se reduce a una propiedad privada, así como la naturaleza no se debería reducir a un objeto o un recurso”, afirma Echeverry.
Según esta premisa, Echeverry propone nuevas percepciones con las cuales relacionar y comprender el mundo, desde el décollage.
Esta es la técnica artística contraria al collage. En lugar de construir una imagen a partir de la suma de otras o partes de ellas, se crea cortando, rasgando o eliminando partes de la original.
“Se trata de concebir el hábitat desde lo técnico o cuantitativo y desde lo cualitativo, donde surgen diferentes correlatos de la casa, espacio concreto y físico, pero vista desde el arte, la estética y la literatura, en cuya intimidad resisten los embates de la ciudad”, indica el creativo.
Según el investigador, hay una idea desarrollada en la que existencialmente el hombre está fuera de la casa, una experiencia originaria de estar en tránsito, lo cual es muy simbólico cuando se habla de retornar.
El hábitat desde la estética
El capítulo en el que se aborda el décollage está cargado de pistas para interpretar el hábitat y la casa, desde lo estético, además cuenta con ciertas licencias poéticas que suceden en medio del ejercicio de la escritura.
Finalmente, el aporte principal es el bricolaje, actividad manual en la cual una persona toma objetos, aparentemente inservibles, a los que se les da una nueva utilidad. Esta técnica es vista desde tres puntos, el femenino como lo íntimo, el infantil como la creatividad y el masculino como la resistencia.
Estas tres perspectivas detallan los relatos que se conforman en las casas. “Cuando se utilizan cuadros para decorar la casa, allí habita toda una estética sin que la gente lo pretenda”, agrega.
Las reflexiones sobre cómo se concibe la imagen y la propuesta de interpretarlas como espacios dejan claro que es posible construir una casa imaginaria bajo las experiencias de diferentes autores, estéticas y expresiones artísticas.
(Por:Fin/MLIA/dmh/AC)