Manizales, sep. 03 de 2014 - Agencia de Noticias UN– El cuerpo es una herramienta útil para comunicar y resistir. A través de múltiples investigaciones sociales, un grupo de investigación de la U.N. Sede Manizales estudia el cuerpo como territorio.

En términos históricos, las investigaciones y cuestionamientos sobre el cuerpo han sido relegadas a las ciencias naturales y la biología, según afirma el profesor y director del Grupo de Investigación en Cuerpos y Subjetividades, Carlos Yáñez Canal.

“En los estudios sociales, el cuerpo ha sido concebido como algo mecánico, relegado al olvido, secundario o determinado por la medicina, incluso, estimado hacia una concepción psicológica en el marco del conductismo”, indica Yáñez.

Hoy día cobra validez, no solamente por los procesos contemporáneos que definen la estética o la moda, sino porque se convierte en el centro de la vida, lo que genera una transformación que le da protagonismo.

A partir del cuerpo se construyen subjetividades tanto personales como en relación con otros, siendo referentes identitarios para muchas comunidades en formas de resistencia y contra conducta.

Este giro lingüístico en el cual el cuerpo pasa a ser, en vez de un objeto, un símbolo de resistencia y comunicación, conlleva a que sea un referente fundamental en su dimensión social.

“Cambiar este discurso implica afirmar que no tenemos un cuerpo, sino que somos uno, lo cual se convierte en fundamento de rescate más que metodológico, en términos de investigación, para todo tipo de disciplinas”, explica el profesor.

Gracias a esta nueva concepción del cuerpo, se construye un nuevo entramado cultural en el que aparece como centro fundamental de la vida, y por ende, territorio de resistencia. Allí se hacen visibles los movimientos sociales contemporáneos como el feminismo, LGBTI, comunidades indígenas y afrodescendientes.

Es decir, que el cuerpo es símbolo de resistencia, en la medida en que se lleven a cabo procesos de sensación, percepción, intuición e imaginación, con los cuales permite combatir el olvido en el caso de las comunidades emergentes.

El Grupo de Investigación en Cuerpos y Subjetividades nace con la misión de estudiar cada una de las utilidades del cuerpo en determinadas situaciones de resistencia. Pasando por sus múltiples formas de comunicación no verbal, como la danza y la cinestesia, o el arte y la estética de su forma, el cuerpo también se muestra como territorio de placer.

Estas reflexiones fueron retomadas por el Primer Congreso Latinoamericano de Estudios sobre el Cuerpo, en el cual participó el grupo de investigación con diferentes exploraciones en el tema.

Este año, la Universidad Distrital Francisco José de Caldas invitó al profesor Yáñez a participar como organizador y conferencista del próximo congreso que se celebrará en 2015.

“Como forma de contra conducta, el cuerpo es el lugar del placer, de la vida, no solamente en términos biológicos sino en ese entramado de relaciones, a pesar de la tendencia a suprimirlo, eliminarlo, atacarlo, destruirlo y reducirlo”, enfatiza.

El cuerpo no ha sido ajeno a múltiples críticas que se realizan en el plano artístico debido a las subjetividades. El caso más reciente en Bogotá indica que el tema sea un largo camino por recorrer, al tratarse de censurar, bajo la mirada religiosa, la exposición artística Mujeres ocultas a cargo de la artista Maria Eugenia Trujillo, cuya obra no pudo ser exhibida en el Museo Claustro de Santa Clara, a causa de una tutela interpuesta por la comunidad religiosa, quien la calificó como indecente.

En referencia a la obra, Yañez señala que Mujeres ocultas recrea diferentes partes del cuerpo femenino en objetos artísticos que hacen referencia a objetos religiosos, para representar la subyugación y maltrato histórico del que ha sido objeto la mujer durante siglos.

En su opinión, la propuesta de Trujillo es una invitación a la reflexión en torno al significado del cuerpo, el cual debe ser hoy respetado, protegido y custodiado como algo sagrado.

(Por:Fin/MLIA/dmh/NH)