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Sin agricultura tradicional no hay seguridad alimentaria

e367fe8b7f copia   Manizales, sep. 11 de 2014 - Agencia de Noticias UN– Los ciudadanos le están dando la espalda a los cultivos agrícolas tradicionales, ante la entrada de grandes industrias multinacionales, advierte investigador español.

El profesor Ignacio García Ferrandis, invitado al III Taller Internacional Estudios sobre el Paisaje, estudia la conservación de los espacios periurbanos de la huerta, en España, incluida su cultura e importancia económica.

Los espacios periurbanos son territorios que crecen alrededor de las grandes ciudades, generalmente para cultivos agrícolas. Suelen ser una garantía para la soberanía alimentaria de estas urbes, cuya población tradicionalmente se alimenta de los productos cultivados allí.

El docente puso como ejemplo el caso de la Huerta de Valencia, un territorio de España especialmente agrícola donde se cultivan toda clase de alimentos como arroz, hortalizas y cítricos.

Según su investigación, desde hace un tiempo los ciudadanos le han dado la espalda a estos espacios ante la entrada de grandes industrias multinacionales que importan productos de otros continentes, dejando de consumir los alimentos tradicionales.

Contrario a lo que se piensa sobre la accesibilidad alimentaria actual, históricamente España ha sido protagonista de fuertes hambrunas perpetuadas durante las pasadas guerras civiles y mundiales.

Recientemente, también sufrió las consecuencias de la enfermedad de las vacas locas y el alto contenido de dioxinas en el pollo, cuyas especies fueron prohibidas para el consumo humano.

“Todo eso nos demuestra que los espacios periurbanos y la huerta siguen siendo sectores estratégicos para la alimentación. En este caso, las grandes ciudades deben utilizar estos recursos para autoabastecerse y dejar de depender de las grandes multinacionales”, añade.

Frente a este panorama, propone una sensibilización real respecto al uso y conservación de los paisajes culturales, importantes territorios de abastecimiento de alimentos.

La seguridad alimentaria es un derecho universal que deben tener todos los productores a la hora de decidir qué cultivan, cuándo y cómo, lo cual les dará garantías para vivir dignamente.

Desde el surgimiento de la agricultura convencional o industrial, han desaparecido múltiples técnicas tradicionales y con ellas, muchas variedades de cultivos de gran importancia, que gracias a su condición se adaptaban mejor a las características de una zona específica y eran más resistentes a determinadas plagas.

Esta desaparición obedece a la entrada de grandes empresas agroalimentarias que apuestan por estándares poco flexibles entre los productores de alimentos. Esto desemboca en la compra masiva de tierras cuya única finalidad es asegurarse de mantener una “bolsa de tierra fértil”, que produce para ellos, pero no para la población tradicional.

En el caso concreto de Valencia, zona arrocera por excelencia, en los últimos años hubo un aumento a nivel internacional del precio de este grano, que no afectó a los pobladores por ser productores. “Imaginémonos en otras zonas no productoras, donde ese precio sí repercute sobre los propios habitantes”, enfatiza el investigador.

Según el académico, la tierra fértil a nivel planetario está reduciéndose, por lo que la alimentación y la agricultura se están convirtiendo en un sector estratégico, especialmente los países mayoritariamente productores.

(Por:Fin/MLIA/MLA/AC)

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