Manizales, sep. 12 de 2014 - Agencia de Noticias UN– Aunque Brasil sigue siendo el principal productor de café en el mundo, su paisaje cafetero no ha tenido tantas repercusiones culturales como las del colombiano.
Las investigaciones realizadas por el profesor André Munhoz de Argollo, del Departamento de Recursos Hídricos de la Facultad de Ingeniería Civil, Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Estadual de Campinas, han revelado que el paisaje cafetero en Brasil ha tenido una trascendencia histórica que se reduce a su utilidad económica.
El estado de São Paulo ha sido un importante territorio cafetero, en cuanto a producción, comercialización y exportación del grano. No obstante, su paisaje se diferencia del colombiano porque no alberga el entramado de tradiciones, costumbres y patrimonio que lo harían cultural.
“Al realizar un paralelo se encontró que el paisaje brasilero sufrió varias modificaciones, ya que cuenta con dinámicas diversificadas, pero sin duda alguna hay trazos muy claros de la época cafetera”, indica el docente.
Este paisaje tributario, como también lo reconoce el experto, mostró sus más importantes alcances culturales a mediados del siglo XIX y XX. Según el libro Economia brasileira, su exportación a comienzos del siglo XIX era de 3.178 sacos de 60 kg, mientras que en las décadas del 80 y el 90, pasó a 51 millones de sacos, aproximadamente, lo que representa cerca del 63 % de las exportaciones del país.
Durante este período los cuatro estados que producían el grano, además de São Paulo, fueron los principales generadores del contexto cafetero.
“No se puede decir que el paisaje es cultural, pues las costumbres y tradiciones han cambiado muchísimo. El café no es la principal cultura del estado, sin embargo hay claras marcas del período del café sobre el territorio”, explica el profesor Munhoz.
En lo que respecta al complejo económico que gira en torno a este grano, existen similitudes en ambos paisajes, pero hay especificidades como la geografía y el clima que afectan de alguna manera su producción, la ocupación del territorio y la dinámica del paisaje.
“Basta decir que a finales del siglo XIX, el café era el principal producto agrícola comercializado en las bolsas de Nueva York, por lo que vendría siendo lo que hoy es el petróleo para Brasil”, añade el investigador.
El café fomentó muchísimas riquezas que sirvieron como base para la industrialización del país.
(Por:Fin/MLIA/MLA/AC)