Manizales, sep. 15 de 2014 - Agencia de Noticias UN– El abandono de la escuela o las transiciones entre los espacios rurales y urbanos son algunos de los aspectos que tienen mayor preponderancia en las dinámicas del desplazamiento infantil.
A través de la investigación “Infancia y desplazamiento en Colombia”, Ángela María Orozco, estudiante de la U.N. Sede Manizales, cuestiona la necesidad de unir esfuerzos por la niñez desplazada, a partir de espacios de memoria e inclusión.
Como antecedente, se apoyó el proyecto audiovisual Las niñas de la guerra, dirigido por el profesor Jaime César Espinosa de la Universidad de Caldas, articulado con el Centro de Investigación y Desarrollo sobre Conflicto, Violencia y Convivencia Social (CEDAT) y el programa “Hogar tutor”, que por su base investigativa, permitió a la joven conocer distintas experiencias y compartir espacios de formación con niños, niñas y jóvenes desvinculados.
Esta investigación actualmente se encuentra en curso, bajo el proyecto “Mujeres desplazadas, dinámicas espaciales y procesos de marginalidad en ciudades receptoras”, del Grupo de Investigación en Identidad y Cultura, al cual pertenece la investigadora. Dicha iniciativa pretende abordar el tema del desplazamiento forzado interno en Colombia, respecto a la incidencia que tiene el conflicto en los niños.
“De igual manera, pretendo estudiar las políticas, programas y proyectos orientados al apoyo, así como las dinámicas de inserción a los nuevos lugares de asentamiento a los que están llegando”, explica la estudiante.
Según cifras de la Agencia Presidencial para la Acción Social y con base en el informe “Violencia de género y mujeres desplazadas” de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), hasta noviembre de 2009, cerca del 80 % de las personas desplazadas internamente en Colombia eran mujeres, niñas y niños.
Formas de narrar la violencia
Las historias de los niños y sus maneras de narrarlas son el sustento con el que Ángela María Orozco enmarca núcleos como el familiar y el educativo, lo cuales considera indispensables para el desarrollo integral y formativo en la infancia.
La estudiante añade que se trata de temáticas que influyen en los procesos de desarticulación de la formación integral del menor. Ejemplos de ello son el abandono de la escuela o las transiciones entre los espacios rurales y urbanos, los cuales tienen mayor preponderancia en las dinámicas del desplazamiento.
“Representa estudiar a los menores, sus relatos y experiencias como actores importantes en el conflicto y no solamente como víctimas, porque también aparecen como victimarios, en cuanto son partícipes de manera voluntaria o involuntaria de grupos armados”, enfatiza.
Gracias al estudio previo de casos en los que los niños eran desvinculados de estas organizaciones, se conocen las formas de narrar sus experiencias en la guerra, con lo cual se espera realizar un análisis de esos relatos: qué están contando, cómo lo están haciendo y con qué fin.
Proyectos alternos
Por otra parte, desde el curso “Cuerpos y Subjetividades del Sufrimiento”, Orozco realizó un ejercicio de investigación relacionado con la infancia y el conflicto en Colombia, que constituye un antecedente de la ponencia que se llevará al “Foro latinoamericano mujeres, diversidades y relaciones sociales de género: desafíos en la construcción democrática de los territorios”, el cual se realizará en Córdoba (Argentina).
“Se trata de proponer y generar espacios alternativos en los que se pueda construir un tratamiento adecuado al posconflicto, que no lleve a la revictimización sino a procesos de desarrollo integral, sobre todo cuando se habla de primera infancia”, enfatiza.
Dejar un referente sobre lo que ha sido y cómo ha influido ese conflicto en el desarrollo de políticas, hace que pensar en los niños en relación con sus derechos sea mucho más incluyente, no solo desde el asistencialismo sino más allá, resolviendo y pensando un proceso de formación que permita un desarrollo integral.
En la medida en que se puedan redimensionar las condiciones del conflicto en el país y evaluar cuáles son sus consecuencias en los niños, se puede comprender y explicar mejor.
“Es un aporte importante a la posibilidad de construir espacios para el postconflicto, que atiendan a las necesidades de los niños y caminen menos con el asistencialismo”, finaliza.
Seis países se darán cita en Córdoba (Argentina), entre el 25 y el 28 de septiembre del 2014, en el marco del proyecto internacional “Mujeres, diversidades y relaciones sociales de género: desafíos en la construcción democrática de los territorios”.
(Por:Fin/MLIA/dmh/AC)