Manizales, sep. 19 de 2014 - Agencia de Noticias UN- Avances en novedosa tecnología lograrían tener baterías de ión litio con autonomía de 500 kilómetros en vehículos que no contaminan y grandes ensambles que permitirían alimentar instituciones como una universidad.
Con el objetivo de optimizar hallazgos para la creación de nuevos diseños a partir de las propiedades físicas de los materiales, Marisa Frechero, profesora de la Universidad del Sur, de Argentina, desde la técnica de la espectroscopía de impedancia, estudia diferentes métodos experimentales sobre el transporte de cargas de energía.
La espectroscopía de impedancia es una técnica que emplea ondas eléctricas a diferentes frecuencias para proporcionar información acerca del comportamiento micro estructural del material. “Permite entender cómo el transporte de cargas se da al interior de los materiales”, explica Frechero.
Al construirse cualquier batería, se necesita un electrolito que sea capaz de conducir un portador específico de energía. Los electrolitos sólidos tienen alta concentración de portadores para transportar cargas en su interior.
El electrodo y los electrolitos son el corazón de la batería, de manera que al estudiarlos y aprender cómo se comporta el material pueden encontrarse múltiples aplicaciones.
En el caso del ion litio, es necesario mantener dos electrodos a los costados, que es el componente que termina por ensamblar el dispositivo. La energía producida por la reacción de estos materiales es aprovechada desde un circuito externo.
Además, es un material de uso tecnológico con capacidad de reversibilidad (experimenta cambios de estado físico), estabilidad química, de bajo peso, reducido encostos y amigable con el medio ambiente.
“Lo primero que conocimos es su aplicación en dispositivos pequeños como los teléfonos móviles u ordenadores portátiles, pero luego se extendió y el desarrollo más novedoso hoy día son los vehículos alimentados a batería de ion litio”, indica la docente.
Este trabajo experimental cuenta con un grupo de trabajo en física y química de estudiantes de ingenierías de la Universidad del Sur, que buscan conseguir formas de energías alternativas a los combustibles fósiles, los cuales son altamente contaminantes.
Dentro de estos estudios, también se encuentra el desarrollo de vidrios con matriz de TeO2 (óxido de telurio), que son utilizados como conductores de energía con aplicaciones en ventanas inteligentes electrónicas, biotecnología y ciencia médica.
La presentación de esta investigación estuvo a cargo del Laboratorio de Materiales Nanoestructurados y Funcionales de la U.N. Manizales, en el marco de la II Escuela Nacional y I Escuela Internacional de Espectroscopía de Impedancia Compleja, realizado por la Universidad de Caldas.
(Por:Fin/MLIA/MLA/NH)