Manizales, oct. 22 de 2014 - Agencia de Noticias UN- Luego de un recorrido por países de la región, un profesor de la U.N. Sede Manizales concluyó que el elemento que garantiza la sostenibilidad en un proyecto de construcción es el proceso participativo.
Dado que su temática de estudio son las viviendas de interés social (VIS), el arquitecto Julio Fernando Salamanca revisó cómo se gestionan y construyen este tipo de viviendas en los países más cercanos a Colombia.
Entre sus conclusiones encontró que aunque nuestro país, junto al 90 % de naciones de América del Sur, está buscando soluciones a la falta de viviendas en los estratos más bajos, el modelo subsidiado es inapropiado.
“El que se aplica en Chile es un muy mal ejemplo del poder que se le ha dado a la empresa privada”, señaló el docente, quien precisó que en ese país están derribando cerca de 150.000 viviendas construidas bajo esta premisa.
“Nos encontramos frente a un problema de construcción con condiciones habitacionales inapropiadas. El objetivo de estas no es ofrecer espacios para el desarrollo de la calidad de vida de los habitantes, sino entregar casas para obtener lucro”, afirmó el académico.
Las experiencias exitosas se basan en la participación que se le brinda a la persona en la producción de su vivienda, ya que de ello depende que no solo se piense en lo físico, sino también en el disfrute que el hábitat genera para una familia.
“Cuando a la gente se le regalan casas, no se está solucionando el tema de la pobreza, por el contrario se está ampliando, pues cuando no se tiene apropiación, la necesidad de comer se vuelve más importante y por ello los dueños optan por vender los enseres básicos, como puertas y lavamanos”, comentó el investigador.
Apadrinamiento en el diseño
A partir de la creación del Consultorio Técnico, el arquitecto de la Sede Manizales ha querido ofrecer valor agregado para aquellas personas que a través de un subsidio (como por ejemplo el ofrecido por las cajas de compensación familiar) aspiran a construir su vivienda o a participar en el proyecto.
La particularidad de este servicio se basa en que los interesados pueden dar sus ideas o concepciones sobre el diseño de su casa, y con la ayuda de estudiantes del pregrado en Arquitectura y Urbanismo se ofrece un proyecto más cercano a sus realidades.
Asimismo se tienen en cuenta características como núcleo familiar, estudio socioeconómico, aficiones, actividades, gustos, posibilidades de ingresos, entre otros.
“Una de las experiencias más gratificantes la encontré en Uruguay, donde han desarrollado un modelo de vivienda cooperativa en el que las personas, en lugar de tener ahorros representados en dinero, los tienen en especie, es decir, no son dueñas de la vivienda pero tienen un sinónimo de tenencia que pueden disfrutar sin endeudamientos a futuro”, argumentó el experto.
Para finalizar, Salamanca Pinzón explicó que la inclusión de la academia es una alianza significativa para consolidar estrategias sociales importantes que pueden concluir en un beneficio para el Gobierno, ya que la ‘entrega’ de VIS no generará gastos sino un valor agregado al inmueble y al desarrollo social y económico de una región.
(Por:Fin/FLPV/MLA)