Manizales, 18 de noviembre de 2014 -Agencia de Noticias UN- Trabajar bajo estrés es sinónimo de bajo rendimiento laboral y por ende desencadenamiento de enfermedades tales como las osteomusculares, enfermedades cardíacas e insomnio.
En el caso de la enfermedad osteomuscular, que es relacionada generalmente con malas posturas que se toman en el momento de hacer un trabajo, existe un factor silencioso que se puede llegar a ser aún más peligroso, el estrés laboral.
En la U.N. Sede Manizales ya se han presentado situaciones similares, según reportes presentados en la oficina de Salud Ocupacional de la Sede, muchas de las terapias y campañas de relajación que allí se fomentan se desarrollan porque la misma comunidad se queja de cansancio, agotamiento, dolores de cabeza y preocupación, señales de presencia de estrés.
Por ello en este momento se adelanta el programa de Vigilancia Epidemiológica, en donde se ha encontrado que las lesiones osteomusculares en la zona del cuello son derivadas -principalmente- por dolores de cabeza, ocasionados por estrés laboral o externo.
Para avanzar en estrategias que prevengan este tipo de alteraciones se han realizado 154 encuestas sobre autoevaluación de sintomatología osteomuscular a personal administrativo, docente y contratista.
Entre los datos relacionados con el estrés se ha encontrado que 65 de los encuestados son sedentarios, 123 personas no duermen bien; y a nivel de sintomatología en cuello 52 perciben un dolor frecuente, 16 lo perciben de manera ocasional y ocho de manera permanente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el estrés laboral es una reacción que puede tener un individuo ante exigencias y presión laboral que no se ajustan a sus conocimientos, gustos y aptitudes, y que ponen a prueba su capacidad para afrontar la situación.
En el mundo se estima que cerca de 56 millones de personas sufren esta patología que aunque en la mayoría de los casos no revela síntomas alarmantes, a futuro siempre termina desencadenando enfermedades hospitalizable como por ejemplo ansiedad, depresión y problemas cardiovasculares.
Con base en estadísticas del Consejo Colombiano de Seguridad, entre el 2009 y 2012 las sintomatologías derivadas de este riesgo presentaron un incremento del 43%.
Para lograr una disminución en este tipo de padecimientos existe una técnica ancestral denominada ‘Calma Mental’, a través de ésta es posible lograr que el cuerpo en su estado físico y mental se libere de alteraciones y agitación en el momento de realizar cada una de sus actividades diarias.
“Siendo un empleado o un empresario igual se debe trabajar, pero ¿es preferible hacerlo con mucha angustia o trabajar con mucha calma y de manera relajada?, esa es la pregunta que debemos hacernos, qué queremos para nuestra vida, por eso es importante aprender a vivir con calma serena, y eso no significa no hacer nada, es hacer teniendo plena atención y consciencia de lo que se está haciendo”, explicó S.E. Ganden Nyari Tritul Rimpoche, conferenciante tibetano.
Según el invitado por el grupo en Ética Empresarial y Empresariado Social (Ethos), esto significa vivir día a día, hacer una cosa a la vez y concentrarse por lograr un objetivo bien realizado y no ejecutar varias actividades a la vez sólo por cumplir.
“Es una técnica que pretende ayudarle a la persona a respirar, que aprenda cómo debe respirar, no es una pausa, es la base de toda meditación; son técnicas milenarias que hoy en día se hacen más necesarias porque las personas se estresan con mayor facilidad”, agregó el conferencista.
Adicional a este tipo de ejercicios mentales también hay opciones relacionadas la alimentación saludable, descanso total, utilización de agendas, además de un compromiso entre la empresa y el trabajador para que existan actividades alternas de relajación, como por ejemplo las comúnmente llamadas pausas activas, chequeos médicos y la posibilidad de generar encuentros saludables.
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