Manizales, nov. 25 de 2014 - Agencia de Noticias UN- El potencial energético de Brasil busca su desarrollo a partir de fuentes renovables. Cerca del 41 % de la energía de este país se da gracias a la inserción de alternativas como las plantas eólicas.
Esta fue una de las premisas sustentadas por Julieta Puerto Rico, investigadora colombiana radicada en Brasil, quien durante una vista a la U.N. Sede Manizales explicó cómo este país, que en el 2006 poseía la segunda reserva de petróleo más grande de Suramérica, con 11,2 millones de barriles, ya está pasando a la implementación de recursos sostenibles y naturales.
“Ese referente del 41 % no es un resultado inmediato, es un proceso que lleva varios años. Por ejemplo, desde 1975 se viene trabajando en la producción de alcohol combustible en dos variedades: anhidro e hidrato, útil para los vehículos”, explicó la experta en planeación energética.
En su opinión, Brasil ha incursionado paulatinamente en el tema de las plantas eólicas (energía que se obtiene a partir de la corriente del viento) para complementar sus sistemas hidráulicos.
Asimismo ha avanzado en la implementación de hidroeléctricas, etanol para automóviles y uso de carbón vegetal, lo cual beneficia la generación de electricidad, pues aproximadamente el 80 % de energía hidroeléctrica se produce con el respaldo de plantas termoeléctricas.
Adicional a ello, este país cada día aumenta sus posibilidades de ser una potencia medioambiental, dada la biodiversidad que posee en flora, fauna, aves, animales invertebrados y primates, que se encuentran en el 30 % de los bosques del planeta, de los cuales este país dispone.
Lo anterior no quiere decir que la Federación Brasileña esté dejando a un lado su producción de petróleo, por el contrario, esta continúa presentándose, ya que sigue siendo uno de los motores del desarrollo económico de la región. Así, con la nueva apuesta en investigación de biocombustibles se ha afianzado la importación de combustibles para la producción de energía.
“Ellos crearon sus industrias de base a través de instituciones y organismos fuertemente respaldados por el Estado, como por ejemplo Electrobras y Petrobras, que aún existen”, destacó la profesora Puerto.
Electrobras, aunque cuenta con fuerza de capital abierto, tiene el control del Estado, lo mismo que Petrobras. Inclusive hay una industria siderúrgica respalda por el Estado.
“Esto puede leerse como una tradición, pero también quiere decir que el Estado no abandona, no deja totalmente el manejo de sus recursos naturales a la empresa privada”, concluyó la investigadora del Instituto de Energía y Ambiente de la Universidad de São Paulo.
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