Manizales, feb. 17 de 2015 - Agencia de Noticias UN- A través de actividades recreativas como la cuentería y las comitivas, estudiantes universitarios aprenden y promueven el intercambio cultural con comunidades indígenas del país.
El municipio de Páez se encuentra ubicado en la región de Tierradentro, en el departamento del Cauca, a 130 kilómetros de Popayán. Allí convive una población, mayoritariamente indígena, dividida en resguardos alrededor de Belálcazar, la cabecera municipal.
Como parte del trabajo en Gestión Cultural y Comunicativa, Javier Lozano, antropólogo y profesor de la U.N. Sede Manizales, convocó a 28 estudiantes para que fueran los protagonistas de un intercambio cultural entre ambas latitudes.
“A lo largo del semestre perfeccionamos actividades de índole cultural como la cuentería o las rondas infantiles, cuya práctica tiene el objetivo de acercarse a la que, históricamente, es la comunidad indígena más numerosa de Colombia”, explica el profesor.
Este trabajo promueve la formación de habilidades para la ejecución de dinámicas de animación sociocultural. Es así como aproximadamente 50 personas, entre niños y padres de cinco escuelas educativas de los diferentes cabildos indígenas “Nasa Chacha”, se encontraron con los estudiantes para practicar sus costumbres, tradiciones y festividades, con el fin de hacer un intercambio de aprendizajes.
En la comunidad de La Muralla, por ejemplo, un par de niños que se encontraban en la actividad tenían cabello rubio, diferente al del resto. Uno de ellos comenzó, entonces, el relato del Mito del Sol, que explica la existencia de descendientes del sol en el pueblo Nasa.
Mediante acertijos, teatro y juegos lúdicos, los niños, adolescentes y padres se abrieron a la comunidad académica, interesada en observar la rutina y las costumbres de los indígenas.
El profesor Lozano considera que este intercambio es importante y debe seguirse proyectando en la universidad, porque actualmente se vive una aguda crisis en la que priman las tecnologías y los tecnicismos.
Su invitación para los estudiantes es que salgan de su zona de confort y conozcan las distintas realidades y pluralidades del país. Reencontrarse con los indígenas implica adentrarse en el territorio ancestral que ha sido fuertemente golpeado por el conflicto armado y, muchas veces, abandonado por el Estado.
“Esta asignatura tiene una relación directa con la educación propia. La animación sociocultural se inscribe dentro de una perspectiva de la educación que va mucho más allá de las aulas, llamada pedagogía social. Una de las experiencias más importantes de la última década es la recuperación de saberes tradicionales y ancestrales en las comunidades indígenas, llamado también educación propia. Finalmente, esa es nuestra labor”, añade el antropólogo.
(Por:Fin/MLIA/MLA/SYC)