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Economía social, alternativa para mujeres desplazadas

cc03b1dcf3   Manizales, abr. 01 de 2015 - Agencia de Noticias UN – A partir de iniciativas relacionadas con economía solidaria, las mujeres colombianas se han abierto camino en poblaciones como Quebec, en Canadá, donde cerca del 60 % trabaja en este ámbito.

Así lo comentó Melanie Pelletier, invitada por el Grupo de Investigación Identidad y Cultura de la U.N. Sede Manizales, quien trabaja el tema de la economía solidaria en Canadá desde hace más de cinco años.

Según la experta, la economía social permite que las personas desarrollen el territorio. En el caso de las mujeres, les facilita su inclusión social y laboral como miembros de comunidades con dificultades como los inmigrantes y los refugiados.

“En Quebec existen dos formas activas de economía social: la cooperativa y la asociativa. En ambos casos hay presencia de mujeres colombianas liderando los procesos, ya que ellas forman la comunidad más grande de mujeres refugiadas, junto con las de Afganistán”, indicó Pelletier.

A raíz de estas asociaciones, las mujeres han logrado una autonomía financiera que no solo beneficia su estadía en un país diferente al de su origen, sino también les permite crear empleos y ser parte de las políticas públicas del Gobierno.

“A través de este sistema se han consolidado más de 7.000 empresas y 150.000 empleos, se ha invertido cerca de 5.000 millones de dólares en actividad económica, y hemos contribuido con el 8 % del producto nacional bruto”, explicó la invitada canadiense.

Contrario a lo que sucede en Colombia, donde solo el 40 % de las mujeres en situación de desplazamiento han completado estudios de básica primaria, en el país norteamericano no es relevante el grado de escolaridad para formarse como líder.

Al contrario, este cargo es para el 18 % de las mujeres que se encuentran en situación de desempleo, y la economía solidaria les permite capacitarse y establecerse en estas organizaciones más tiempo que los hombres.

“El 65,5 % de los administradores de empresas son mujeres, 25 % de ellas tienen un puesto de tiempo completo y casi el 31 % son inmigrantes”, dijo Melanie Pelletier.

El proyecto, socializado con los integrantes del grupo de la Sede Manizales y diferentes investigadores que trabajan el tema de desplazamiento en Colombia, permitió generar una discusión con respecto a lo que se hace en nuestro país.

Fue así como se concluyó que, aunque el 84 % de las mujeres colombianas desplazadas buscan ayuda en organismos del Estado para ser incluidas laboralmente, el acceso a trabajos dignos y bien remunerados es poco ya que por lo general son contratadas como personal del servicio doméstico.

Esta situación es contradictoria con los procesos en Quebec, ya que allí se propende por incluir a su comunidad a las mujeres de países como Colombia.

“Desde 1997, cuando se creó la nueva política pública por las familias, se empezó a visibilizar la participación de las mujeres en el mercado de empleo como un signo de favorecimiento para la educación. Desde ese entonces no solo las mujeres canadienses, sino todas aquellas que han llegado de otros países se han convertido en pieza fundamental para el desarrollo del país”, puntualizó.

(Por:Fin/FLPV/dmh/DAL)

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