Manizales, abr. 20 de 2015 - Agencia de Noticias UN- De las 48 edificaciones acreditadas en Colombia con la certificación ambiental LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés), solo hay una en Manizales.
La ciudad que más construcciones tiene en este listado es Bogotá (24), lo que significa que cumple con los requisitos y normas de este programa de certificación de edificios sostenibles, desarrollado por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos (US Green Building Council).
Entre los aspectos evaluados por LEED en cada proyecto, están el uso de energías alternativas, la calidad ambiental interior, la eficiencia del consumo de agua y la energética, entre otros.
“Este es un tema que se ha venido imponiendo en ciudades grandes como Bogotá, Medellín y Cali, y es una tendencia que apenas está llegando a Manizales, por desconocimiento y porque se trata de un proceso de actualización”, comentó Jorge Alberto Galindo Díaz, profesor de Arquitectura de la U.N. Sede Manizales.
En el mundo, la construcción tiene relación directa con el 40 % de los materiales extraídos de la naturaleza, con el 17 % del consumo de agua y el 25 % de la explotación de madera. Además, utiliza entre el 40 % y 50 % de la energía que se produce y el 50% de combustibles fósiles, según el informe Guías de Asistencia Técnica para Vivienda de Interés Social, del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.
A pesar del impacto que representa la actividad constructora, en Manizales parece que falta mayor conciencia e información sobre acciones para mitigar esta huella en el medioambiente.
“Uno de los obstáculos es que representa mayores costos en cuanto a inversión inicial para implementar varias medidas, pero es claro que a largo plazo los beneficios se ven reflejados en menores consumos energéticos”, anotó el académico.
En cuanto a la eficiencia energética de las construcciones, ya se empiezan a ver esfuerzos encaminados a que los profesionales del gremio conozcan más sobre el uso racional de recursos, el reciclaje y conceptos como reutilización y racionalización.
“La Maestría en Construcción permite que personal externo de la universidad dicte seminarios sobre temas de interés. Los estudiantes escogieron uno sobre eficiencia energética en las edificaciones, que se ha vuelto ya una exigencia en el medio”, afirmó Galindo Díaz, coordinador curricular de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo.
Esta oportunidad académica también la aprovecharon arquitectos, ingenieros y profesores, pues de esta manera tienen acceso a conocimientos en estándares y normas ambientales vigentes, así como en el manejo de software especializados en eficiencia energética.
“Se trata de pensar el edificio como una máquina que consume energía desde la producción de sus materiales, en cuyo proceso se generan muchos desperdicios, hasta su uso”, explicó el docente de la U.N.
En tal sentido, la idea es analizar, por ejemplo, que si le entra demasiado sol a determinadas horas del día tendrá que consumir mucho más en aire acondicionado, o que si en clima frío hay un edificio mal orientado requerirá calefacción para generar confort.
Además de la reducción de consumo de agua y energía, según estadísticas del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, el 80 % de los usuarios se sienten más cómodos en una edificación sostenible y el 78% ha podido observar un aumento en la productividad de las empresas que han aplicado medidas ambientales.
(Por:Fin/MDG/MLA/AC)