Manizales, abr. 29 de 2015 - Agencia de Noticias UN- A las ya conocidas características de resistencia de la guadua, en construcción, se le suma que sus fibras ayudan a evitar la contracción y expansión de estructuras de cemento durante algún movimiento.
Según datos de la Sociedad Colombiana de Bambú, en el país existen cerca de 51.000 hectáreas de esta planta, ubicadas principalmente en los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca y Tolima.
Dentro del trabajo del Grupo de Investigación en Procesos Químicos, Catalíticos y Biotecnológicos de la U.N. Sede Manizales, la guadua ha sido una de las especies vegetales que cuentan con propiedades para utilizarse como material de construcción.
“Hemos viabilizado la posibilidad de uso de cierto tipo de fibras naturales, que a través de un tratamiento específico se modifican con el fin de lograr que sean aptas para usarse. Se trata de generar soluciones a partir de las realidades propias en el contexto nacional”, afirma Ricardo Tolosa Correa, profesor de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo.
Luego de la extracción de las fibras de la guadua, estas se valoran y se recubren con el compuesto químico óxido de manganeso, un punto crucial que evita que estas se degraden cuando se junten con el cemento, lo que generaría daños posteriores.
“Son elementos del grosor de un cabello humano que se introducen en las matrices cementicias y ayudan a evitar que el material por su movimiento se contraiga y expanda de manera inadecuada”, anotó el ingeniero civil, quien agregó que su aplicación sería en estructuras como paneles, tejas, cielorrasos y elementos arquitectónicos.
Los resultados de estas características de la especie Angustifolia kunth fueron publicados en un artículo de la revista Industrial & Engineering Chemistry Research en abril de 2014, en cuyas conclusiones se destaca que durante los ensayos mecánicos, la adición de fibra mejora la ductilidad del material compuesto (propiedad de deformarse sin romperse), y con altos valores de la absorción de energía total.
Adicionalmente, un aspecto importante tiene que ver con la longitud de las fibras, pues en los experimentos el aumento en la resistencia a la flexión se consiguió con las más largas, de aproximadamente 2,5 centímetros de longitud.
“Estamos en un momento en el cual se está modelando la producción de estas fibras a escala industrial. La idea es usar procesos comunes y con modificaciones generales, porque muchos de estos materiales se usan, pero de manera inadecuada”, menciona el investigador.
El docente Tolosa Correa añade que ya están en fase de experimentación con fibras de esta y otras plantas como el plátano, y que en general las empresas constructoras buscan resultados inmediatos que se puedan implementar, pero sin tener en cuenta que se necesita una evaluación sistemática para poder ofertar el producto.
(Por:Fin/MDG/dmh/DAL)