Manizales, May. 08 de 2015 - Agencia de Noticias UN- Informar con mayor responsabilidad, con pluralismo y con transparencia en la búsqueda de la información son algunas de las tareas que deberían cumplir los medios de comunicación en el posconflicto.

Esta fue la conclusión general que presentó Camilo Borrero García, profesor titular de la Universidad Nacional Sede Bogotá, a los estudiantes, docentes y demás asistentes a la Cátedra de la Paz, realizada en el auditorio R del Campus La Nubia, en la Sede Manizales.

“No se necesita que todos los medios estén de acuerdo con la paz ni con el Presidente, sino que sus agendas sean transparentes, que no manipulen, que su posición con ciertos temas sea clara. No es una gran revolución, sino que cumplan el papel de informar con responsabilidad como se hace en muchos países”, recalcó.

Sin embargo, expresó que no quiere decir que los medios sean indiferentes al fin del conflicto, pues desde hace mucho tiempo han publicado historias de paz y de personas que han hecho frente a la degradación humana del conflicto.

Camilo Borrero García comenzó su exposición hablando sobre lo que ha sido el desarrollo de la mesa de conversaciones en temas comunicativos, desde que se instaló públicamente el 18 de octubre de 2012 en Oslo (Noruega), y lo contrastó con lo que ha sido la actividad de los medios en el cubrimiento de las noticias que se derivan del proceso.

Uno de los aspectos conflictivos fue que desde el comienzo el proceso se concibió para que no generara “chivas”, sino información transparente, eficiente y al alcance del ciudadano. “Los medios se sintieron excluidos y le han dado mucho más peso a cuestiones que impacten las conversaciones”, observó.

En su opinión, se piensa que objetividad es presentar los hechos a alguien que esté a favor y luego a otro en contra. Así los diálogos han obtenido una dinámica comunicativa especial, donde cuentan mucho las percepciones y asignaciones políticas de los medios.

El investigador consideró, además, que los medios del país han aumentado la polarización entre quienes están de acuerdo y en desacuerdo con este proceso.

“Le sacan más partido, en términos de rating, a un tratamiento bipolar y a que se generen estas controversias. Que haya alguien que diga que no y otro que sí, y luego mandar a hacer una encuesta y enviar unos trinos, etc. Eso, más que reflejar una especie de conspiración de los medios contra el proceso de paz, señala el facilismo con el cual se construyen las noticias y se mantienen sus audiencias”, aseveró.

En cuanto a las recientes crisis que ha vivido el proceso por el secuestro del general del Ejército Rubén Darío Alzate, el 16 de noviembre de 2014, y la muerte de 11 soldados en el Cauca a manos de las Farc, el 15 de abril pasado, el conferencista opinó que estos hechos les permitieron a los medios romper el cerco mediático que existe en La Habana y abordar noticiosamente el proceso de paz desde una óptica distinta.

“Todo el boom que se genera, desde el secuestro hasta su liberación, mantiene a los medios muy activos y si se quiere, cumplen su tarea. Pero esta no es necesariamente la que uno espera que cumplan, que es informar, sino capturar audiencias”, señaló.

Añadió que si se hiciera una encuesta preguntando cómo se llama el general, la mayoría de las personas, que en un momento se sabían toda la historia, hoy ya no recuerdan su nombre. Esto demuestra que la opinión pública es muy vulnerable a las noticias diarias y tiene poca memoria.

“Así seguiremos. Enfrentamos una ciudadanía poco formada y que no tiene posiciones políticas con peso histórico. Eso no es problema de los medios, sino de las audiencias, y ellos no han hecho mucho para transformarlas”, concluyó.

(Por:Fin/MDG/MLA/SYC)