Manizales, jun. 18 de 2015 - Agencia de Noticias UN- Dado su carácter de monumento nacional, el campus El Cable de la U.N. Sede Manizales no puede ser intervenido arquitectónicamente, sin embargo requiere un sistema de protección contra descargas atmosféricas.
Así lo expresaron Daniel Marín García y Mariana Liceth Ospina, estudiantes del pregrado en Ingeniería Electrónica de la Sede, quienes desarrollaron una propuesta para preservar la edificación, cuyo elemento principal es la madera, y por lo tanto presenta un alto riesgo de incendio; y para salvaguardar la vida de las personas que permanecen o visitan la Escuela de Arquitectura.
La idea se fundamenta en características propias de la edificación como el área, la cantidad de personas que circulan y el uso que se le está dando.
“El objetivo principal es proteger la estructura, teniendo en cuenta que es un bien de interés cultural nacional y por tanto no se puede afectar físicamente. De ahí que se necesite implementar un sistema que respete las características del campus”, dijeron los estudiantes.
Para García y Ospina, la propuesta tiene un fuerte componente en cuanto a descargas atmosféricas, porque Manizales se encuentra ubicada en una de las zonas colombianas en donde más rayos caen, con una densidad de 50 kilómetros cuadrados.
El sistema propuesto cuenta con tres mecanismos que funcionan como uno solo. El primero son las nueve puntas captadoras, donde caerán los rayos inicialmente; el segundo es la interconexión entre las puntas y la bajante, la cual se compone de cables de cobre apantallados (que aíslan) con una tubería metálica rígida galvanizada.
El tercer elemento es la estructura de puesta a tierra, que estaría conectada a la bajante a través de una varilla de cobre de 2,4 metros, que funciona como un conductor que lleva y recibe corriente eléctrica, en este caso la del rayo.
Las bajantes están enlazadas entre sí para que no exista diferencia entre las mismas. En cuanto al polo a tierra, se debe especificar que este no debe sobresalir para garantizar que nada ni nadie pueda tocarlo.
“Con el sistema, la descarga atmosférica llega a las puntas, se distribuye a las bajantes y llega a tierra, evitando el daño a la estructura. El método propuesto es imperceptible, con el fin de no alterar la estructura”, argumentaron los jóvenes investigadores.
El mantenimiento, en caso de que la propuesta sea aceptada, debe ser preventivo, como método de vigilancia permanente, ante la presencia de corrosión de bajantes, tuberías o uniones; y correctivo, para que cuando se presenten averías se realice la revisión necesaria y a tiempo para corregir los daños.
Adicionalmente, la iniciativa de los estudiantes de la U.N. tiene presente que la Escuela de Arquitectura es una edificación que sobresale por los espacios abiertos. Por eso es indispensable que se mejoren las metodologías de prevención para que quienes permanecen allí se sientan más seguros mientras se salvaguardan en lugares indicados.
(Por:Fin/FLPV/dmh/AC)