Manizales, jul. 03 de 2015 - Agencia de Noticias UN- En Colombia se presentan 40 casos de muerte súbita por cada 100.000 habitantes, según datos del DANE, lo que se constituye en uno de los principales retos para la cardiología moderna.
Esto se debe a que generalmente sucede de manera inesperada dentro de la primera hora desde el inicio de los síntomas; en algunos pacientes ocurre de manera instantánea.
Es por eso que dos estudiantes de Ingeniería Electrónica de la U.N. Sede Manizales decidieron diseñar un prototipo para prevenir esta situación, mediante el análisis de las ondas que genera el corazón y que aparecen en un electrocardiograma, representación gráfica de la actividad eléctrica de este órgano.
“El dispositivo tiene dos etapas: la parte del electrocardiograma, donde recibimos la señal que emite el corazón; y la parte del software, donde analizamos la variación de la onda T, pues según varias investigaciones, de esta manera se pueden predecir fallas que lleven a la muerte súbita”, afirmó Helen Palma Enriquez.
Las estudiantes relatan que inicialmente la idea era diseñar un aparato que solo midiera el pulso cardiaco para, con el análisis de las variaciones, evitar enfermedades asociadas a problemas genéticos. Sin embargo, en medio de la investigación se encontraron con el médico Mauricio Pineda Gómez, enfocado en el diagnóstico cardiovascular por imágenes, quien les propuso este nuevo rumbo.
“Habíamos planteado que cualquier persona con un computador pudiera monitorear su corazón, pero vimos que la información que maneja el programa es compleja y se necesitan conocimientos para interpretarla, entonces lo que le ofrecemos al médico especialista es un programa de bajo costo que pueda interpretar el electrocardiograma, porque a simple vista no se pueden detectar variaciones de microvoltios en las ondas T y eso es lo que determina si una persona podría sufrir de muerte súbita”, explicó Reidin Sánchez Grajales.
El software mide las variaciones de la onda como lo hacen otros dispositivos que ya existen, pero la alternativa que los estudiantes proponen busca ser más económica y permitir un diagnóstico con 10 años de anterioridad.
La incidencia de muerte súbita aumenta gradualmente con la edad, pero de manera significativa a partir de los 35 a 40 años, según la investigación realizada por los jóvenes, quienes agregaron que las personas con mayor riesgo de sufrirla son pacientes que ya han presentado arritmias malignas en los ventrículos del corazón.
“Es útil porque los riesgos pueden ser detectados tempranamente para iniciar con los tratamientos o precauciones pertinentes y finalmente asegurar una expectativa de vida más alta y menores tasas de mortalidad”, indicó Reidin Sánchez Grajales.
(Por:Fin/MDG/dmh/AC)